El último chiste ha sido terrible: 'Ha muerto lolo'. Y nadie se lo puede creer. 'lolo', ese tipo formidable, tan amigo de sus amigos, tan dedicado a la vida, tan, tan... hasta agotar todos los buenos calificativos que se pueden tener hacia un ser tan ... singular.
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Hoy toma especial relevancia aquella autodescripción que realizó de sí mismo en leonoticias, cuando comenzó una colaboración que aún se extendía hasta estos días.
Recordaba, entonces que el 'Güelu Gaudencio', había muerto dos veces. Dos. Y ojalá se repitiera aquello, pero ahora con él como protagonista.
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«Carta del Nemesio.
Querida familia de Borrenes: Espero todos vivos. Contaros que tengo dos noticias que daros, una mala y otra peor.
La mala es que el güelu Gaudencio ha fallecidos dos veces. La primera os acordáis hace veinte años, cuando estaba en la lista de espera mientras una terrible almorrana le comía desde abajo.
La segunda fue ayer, en un accidente de aviación. Un Boeing 707 sin control calló sobre el cementerio justo encima de su tumba. Solo una víctima, él. Mañana es el torna sepelio si el CSIC encuentra el cuerpo, que lo dudo, estaba muy flaco últimamente.
La segunda es que los del Leonoticias, el periódico digital, porque solo se necesita un dedo para leerlo, me han pedido que les mande una descripción de quien es Lolo Diez líneas, me sobran siete.
La verdad es que el tío Lolo es muy raro, siempre de luto por el cerebro de los políticos, enfadado eternamente porque no le gusta que León sea el novio cornudo de la Junta de bueyes Castellana, dibujando sin tregua porque no sabe y peleando por sus queridas cuencas mineras. Aparte de la pedrada que tiene, por lo demás no tiene más que destacar.
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Así que con esto me despido, esperando que esta carta os llegue, ya sabéis que todo depende de los bares que encuentre el cartero por el camino. Sin más que ofrecer, un abrazo del vuestro Nemesio«.
'lolo' se va y deja tras de si un legado cultural enorme, de saber popular también, y en especial la enseñanza de que la vida, siendo vida, es muy corta... hasta la muerte.
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