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Los cielos cada vez menos despejados, el viento en aumento y unas temperaturas que no llegarán a las cotas de los primeros días de esta semana hacen presagiar que este miércoles trae algo diferente en lo meteorológico para León tras casi una semana sin abrir los paraguas: la lluvia.
Esos intervalos nubosos irán ganando terreno para acabar con unos cielos cubiertos en esta última jornada del mes de abril. Será el paso previo para que se produzcan chubascos y precipitaciones en la segunda mitad del día, débiles en general, y ocasionalmente moderadas o fuertes, que pueden ir acompañadas de tormentas.
Motivo por el que Aemet ha puesto en aviso amarillo a la montaña de León por precipitaciones de hasta quince litros por metro cuadrado en una hora, con posibilidad de registrar granizo, y por actividad eléctrica.
En los termómetros se notará un ligero descenso, más acusado en el suroeste, en el caso de las máximas; mientras que las mínimas seguirán subiendo algo gracias a la cobertura nubosa.
Tras una mañana sin apenas vientos, estos ganarán intensidad con el paso de las horas aunque no se esperan rachas fuertes, salvo en situaciones localizadas de actividad tormentosa. Por lo general, soplarán de componente este y sur.
La inestabilidad se mantendrá durante los primeros días de mayo, con unas temperaturas suaves pero con la posibilidad de chubascos débiles y de que se formen tormentas.
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