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«Llamaron al bar cuando no estábamos los dueños, diciendo que estaban hablando conmigo por otra línea y que yo le ordenaba a mi empleado sacar dinero de las cajas para pagarles», explica Martín Méndez, propietario del bar Altar.
Las estafas telefónicas en los establecimientos ... comerciales de la provincia han aumentado en los últimos meses. «En cosa de menos de dos meses, han sido dos las llamadas que nos han hecho para intentarnos estafar. La primera, a mi teléfono privado y la segunda, ya al teléfono del local», explica el hostelero.
Las primeras llamadas recibidas a su teléfono móvil se producían para solventar unas facturas que habían quedado pendientes de meses anteriores. «Me llamaron diciendo que me iban a cortar la luz del local, que había tres facturas sin pagar, y al final, es algo que te hace dudar porque no controlas todas las domiciliaciones que se te pasan mensualmente», explica Méndez. «Finalmente, decidí pedirles las facturas pendientes y me dijeron que primero realizase el ingreso, ahí empecé a dudar y comprobé mediante la aplicación de mi banco que no había ninguna factura por pagar», asegura el también secretario de la Asociación de Hostelería de León.
En este segundo intento de estafa, fueron los empleados las víctimas que sufrieron la llamada. «Llamaron primero desde un número que no teníamos registrado, le dijeron a nuestro camarero que habíamos contratado licencias informáticas para otro de nuestros negocios, dando datos que les hacían pensar que conocían realmente el funcionamiento de nuestra empresa», explicaba el leonés.
«En esa primera llamada no pidieron dinero, solo querían ganarse la confianza de los camareros, incluso les llamaban por sus nombres», añadía el secretario de la asociación de hostelería. «La estafa venía desde otro teléfono móvil que era el que se encargaba del transporte de las licencias, ahí llamaban para comunicarles que el pago se había efectuado con un cheque y por lo tanto no era válido», asegura Méndez denominando la táctica como «una jugada maestra, en la que lo tenían todo estudiado».
Martín Mendez, secretario de la Asociación de Hostelería de León
Tras recibir esta segunda llamada, en la que los estafadores pedían al camarero ingresar 1.500 euros en el cajero para solventar la deuda, el trabajador decidió llamar a sus dueños.
«Es muy fácil caer, a mi trabajador le decían que estaban hablando conmigo por otra línea e incluso le indicaron dónde estaban las cajas para sacar el dinero», explica el dueño del local. Y asegura «porque tengo trabajadores que me consultan todo, sino facilmente hubiesen conseguido lo que buscaban».
El trabajador acudió a la comisaría de la Policía Nacional para denunciar los hechos, pero al no haberse llegado a producir la estafa, no pudo realizar la demanda. «Le dijeron que este tipo de estafas estaban siendo muy habituales», asegura el hostelero. Además, tras los hechos sucedidos el trabajador avisa de haber recibido mensajes «amenazantes» de parte de la banda organizada con frases como «te vamos a matar».
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