La liquidación de Inbiotec, inminente ante el bloqueo del concurso de acreedores

El administrador concursal dispone de días para comunicar al juez cuál es su decisión sobre el instituto que, a la vista de la falta de soluciones, está encaminado a comunicar que se inicie el proceso de liquidación. Así lo ven también desde dentro de Inbiotec, donde los trabajadores ya se muestran «pesimistas» y asumiendo que «aunque valoramos la voluntad política de la Diputación, entendemos que la reglamentación constriñe sus intenciones», tal y como ha explicado Antonio Rodríguez, representante de los trabajadores.

El plazo para iniciar la liquidación ha estado prorrogándose hasta la fecha y parece ser que no habrá más paciencia por parte del administrador concursal a la vista del cero avance que se ha producido desde que se conoció la declaración voluntaria del concurso de acreedores.

Ya han pasado dos meses desde esa inyección de 100.000 euros a corto plazo anunciada por la Diputación, que no acaba de dar con la fórmula para que la liquidez fluya a las arcas de Inbiotec. «El tiempo de la administración no es el concursal», resume Antonio Rodríguez. Más criticable para los trabajadores es la posición de la Junta, de la que afirman «nunca han recibido ninguna respuesta positiva ni voluntad por su parte de encontrar una solución».

Tampoco la empresa privada parece animarse a establecer contratos con un organismo en esta situación de concurso y al borde del abismo, generando un bucle del que no es posible salir, aparentemente a día de hoy «aunque la esperanza es lo último que se pierde».

A esto se suma la situación de los trabajadores, a los que se les adeuda ya las nominas de junio y julio, acrecentado la deuda del instituto, que se enfrenta a las horas criticas antes de que definitivamente se declare su liquidación si no llega un milagro en forma de liquidez.

Inbiotec fue fundado en 1993 y cuenta con una plantilla fija de nueve trabajadores. El pasado 30 de abril declaró el concurso de acreedores ante la situación de quiebra del instituto al haberse constatado que la situación del patrimonio neto en 2020 alcanzaba la cifra negativa de casi 200.000 euros.