El 'Lignum Crucis' hace estación de penitencia en León

El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, fue el encargado de recibir la reliquia del 'Lignum crucis' en el atrio de la Catedral de manos del obispo de Santander, Arturo Ros, para su traslado en solemne procesión bajo palio hasta el presbiterio de la Pulchra, donde presidió una celebración eucarística especial que concluyó con el ritual de veneración a la reliquia de Liébana. Tras concluir la liturgia y el rito de veneración, también en procesión bajo palio el obispo Luis Ángel portó la reliquia de la Santa Cruz hasta el atrio del primer templo diocesano, donde de nuevo hizo entrega del 'Lignum crucis' al obispo de Santander, quien junto con todos los integrantes continuarán la peregrinación para llegar a la Catedral de Astorga, a las 17 horas, donde será recibida por el prelado asturicense Jesús Fernández.

Esta celebración con el 'Lignum crucis' ha sido un signo eclesial de la histórica vinculación de la Diócesis de León con el valle de Liébana, territorio integrado en la planta diocesana hasta mediados del siglo XX, como cortesía de la Diócesis de Astorga en la petición del traslado de la preciada reliquia durante dos días justo al concluir el Año Santo Lebaniego dada la histórica devoción que sitúa en el siglo V el traslado desde Tierra Santa del mayor trozo de la Santísima Cruz que se venera en toda la cristiandad hasta Astorga por iniciativa del obispo asturicense Santo Toribio.

Un acontecimiento que ha replicado aquel que ya se vivía en la Catedral de León el día 5 de mayo de 2018 a los pocos días de haber concluido el Año Jubilar Lebaniego. El obispo Julián López fue en aquella ocasión el encargado de recibir la reliquia y en su homilía quiso agradecer a su entonces homólogo de Santander, Manuel Sánchez Monge, «este gesto de fraternidad eclesial entre nuestras comunidades porque vuelve la Santa Cruz a León», algo que no sucedía desde al año 1971. El obispo de León remarcó la importancia de que «sobre el altar de nuestra Santa Iglesia Catedral esté la reliquia insigne de la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, lo que hace referencia siempre al sacrificio del Calvario, efectuado de una vez para siempre». El obispo de León hizo memoria de los hechos acontecidos en el año 1936, cuando «para evitar el peligro de profanación, el sacerdote encargado del santuario, Don Francisco Galiante, cuya causa de beatificación por martirio está en curso en nuestra Diócesis, ayudado por sus familiares, sustituyó la reliquia por unos trozos de madera vieja ocultando el sagrado leño, hasta que más tarde, en septiembre de 1938 la reliquia fue colocada de nuevo en su lugar por el entonces obispo de León, Mons. Carmelo Ballester».