Análisis | Reflexiones sobre un 28M leonés salpicado por un adelanto electoral

La otra cara, ay la otra cara…la leonesa…Como dice el refrán, una de cal y otra de arena, que no por esperado duele menos. Y lo peor no es solo no haber sido capaces de subirnos a una ola que ha llegado a todas las playas... incluso donde mas nos cuesta, sino por lo poco que estamos ayudando a ese objetivo final, ya cercano, que supondrá por fin un cambio de ciclo.

La ciudadanía no premia andar a la greña y no le gusta la improvisación ni las decisiones mal tomadas con las que se ha descabalgado a quienes deberían haber estado en las listas como premio al trabajo bien hecho, a quienes desde su demostrado compromiso hubieran defendido mucho mejor nuestras siglas.

Como algunos hemos ido apuntando, no hemos sido capaces de ofrecer la mejor versión de nosotros, ni de plagar de ilusión y ganas una campaña que en tantos lugares ha supuesto un vuelco en los resultados electorales del pasado domingo que, en León capital y en toda la provincia han sido malos sin paliativos porque hemos pasado de gobernar no hace tanto la gran mayoría de los Ayuntamientos a esta debacle.

Y las equivocaciones en política traen consecuencias que en este caso se miden en votos y con ellos en concejales y Ayuntamientos perdidos, con la consiguiente desilusión de afiliados y votantes que nos han dado una confianza que hemos defraudado y mucho.

Vuelvo a Jano. Los resultados de las elecciones municipales de este domingo han mostrado el camino, más aún, han abierto la puerta de salida, el final de una forma de hacer que debe corregirse.

El Partido Popular de León debe volver a su ser, a su principio, y retomar los valores que nos caracterizan y que han hecho de nosotros la fuerza mas votada de la provincia aunque para ello alguien, desde la humildad que necesariamente impone el haber hecho las cosas tan mal, debería disculparse y asumir en su justa medida lo que es un desastre que no debería repetirse, porque eso supondría restarle votos a la opción que después de ayer parece imparable.

Y aquí no vale ponerse de perfil y no dar la cara, y mucho menos sacar pecho para intentar encubrir unos resultados que no son de recibo, porque eso significaría que quienes tanto se han equivocado obtengan el premio pretendido.

Tiempo habrá para hacer interpretaciones, extrapolaciones y hasta fabulaciones del resultado de las elecciones municipales, máxime cuando se nos agolpan las citas electorales con las generales de julio. Quiero tomar nota de algunas líneas esenciales que caben extraerse inmediatamente antes de que la vorágine por los pactos electorales nos haga olvidar los resultados en las urnas.

Resulta innegable el éxito electoral del Partido Popular a nivel nacional, tan innegable que lo ha refrendado Sánchez con la disolución de las Cortes generales y el llamamiento a las urnas antes de que los calores nos lleven a las vacaciones, acortando su agonía seis meses con respecto a la fecha prevista y limitando los paseos que pensaba darse con cargo a la presidencia española por Europa adelante. Visto cómo se han tomado los de la parte izquierda del espectro político el resultado global del Partido Popular solo cabe preguntarse ¿cuántos reaccionarios hay en León? La ola de la reacción cavernaria cabalga a lomos de las urnas, que ayer daban la impresión de ser las mismas para todos, con independencia de la papeleta que uno meta dentro. A la vista de algunas declaraciones, incluidas las de conspicuos socialistas temerosos de pactos que los desbanquen, para la divina izquierda hay papeletas de primera y de segunda, votantes de primera y de segunda, y leoneses hasta de tercera y cuarta, que son los que votan a las derechas.

Cabe felicitar al Partido Socialista por ir en esta provincia de triunfo en triunfo hasta que Sánchez les ha sacado de la ensoñación, de victoria en victoria hasta el sofocón final. Pero en buena lid han ganado en esta provincia el número de votos y yo quiero felicitarles por ello, para que no pase como cuando ganaban las listas en las que yo iba y a los diez minutos estaban tratando de deslegitimarlas.

A mí lo de que gobierne la lista más votada me parece una paparrucha desde las primeras elecciones, porque estadísticamente ha servido en muchas más ocasiones para que le quiten el gobierno a la derecha que al revés. Yo que estuve en la moción de censura de Sánchez no tuve la sensación de que estuviesen muy preocupados porque siguieran gobernando aquellos que habían obtenido con gran diferencia el mayor número de votos y de escaños, así que ahora a rasgarse las vestiduras a otro lado.

Luego ya viene la cosa espectacular esta de que los que llegaron al poder y se mantienen gracias a Bildu y a los independentistas catalanes nos adviertan de los riesgos de la polarización de los extremos, porque en el gobierno recién disuelto no debía de haber extremos, solo gente moderadamente ultra que ha despertado de su sueño eterno de coche oficial y ordeno y mando en el BOE para pifias como las del solo sí es sí, como si eso no contara para las elecciones, por cercanas que sean. Porque a ver, si ayer se votaba por la cosa cercana, ¿a qué viene tanto alarmismo con las políticas nacionales de la reacción?

Lo siguiente: gran resultado para la UPL. Pero, por favor, corrijan: no es en la provincia, sino en parte de ella. Lo que no deja de ser un rasgo de centralismo leonés de esos que descosen la provincia, sin que los del puritito centro de León se den cuenta. Desde luego no desmerece en absoluto su resultado en algunas zonas de la provincia, que ya me hubiera gustado a mí el resultado en el partido judicial de Cistierna o en San Andrés. Y en León capital, muy notorio. Pero siguen sin poner la pica en El Bierzo de forma notoria, sin ir más lejos. Porque cada vez que les oigo hablar de su León me doy cuenta de que en él no tiene cabida mi Bierzo. Y eso que yo soy de los que cree que El Bierzo está estupendamente en León. Si en pataleta de perdedor el PSOE les entrega con tan minoritaria representación la Diputación, acuérdense que les auguro hoy que la tirria leonesista por Valladolid palidecerá frente al rechazo berciano a esa visión exclusivista de León. No digan que no se lo apunto en día de gloria. Si tienen la cordura de darse cuenta de que hay más que una visión de León que la que manejan, será para ellos una oportunidad. Que no les oculto espero que dejen pasar, llevados por lo encantados que están hoy de haberse conocido y votado. Mientras tanto, enhorabuena por su resultado.

No cabe en todo el espacio de Leonoticias mi alborozo por el fulgurante resultado de Podemos. Los que han devenido casta del sistema desalojados desde la vicepresidencia del gobierno hasta multitud de ayuntamientos leoneses ya saben que León y España están repletos de fascistas y por eso era mejor lo de la dictadura del proletariado, que hay que ver lo que les cuesta encajar el resultado sin querer deslegitimarlo. No quepo en mí de gozo.

Naturalmente me hubiera gustado un mejor resultado para el PP. Un concejal más en León y en Ponferrada, un diputado provincial más. Seguro que a los candidatos también. Porque este partido no se conforma con menos que desplegar sus programas para que la sociedad y la economía vaya mejor. No tendrán mucho tiempo para pensarlo. Hoy ya están en conseguir ser los más votados en León en las elecciones de julio.

A la espera de una reflexión en profundidad visible en mi artículo de opinión de este miércoles es evidente que estamos ante unos resultados que llegan en un marco poco usual: por primera vez tenemos elecciones Municipales sin Autonómicas.

Eso, en la antesala, debería implicar un carácter más localista de los comicios, como finalmente ha sucedido.

En el marco local es evidente que la 'crisis' del PP en León capital ha jugado en beneficio de la UPL, formación que además se encontraba en una buena dinámica de voto.

Los leonesistas han sacado más partido a ese voto que Vox, formación que se queda en los dos concejales que ya tuvo (más tarde no computados al caer el 5%) en la última convocatoria.

Ahora nos queda la resaca con la candidata del PP, aunque no del de León, comenzó la campaña declarando que debía gobernar la lista más votada. Más tarde se retractaba dando pie a un culebrón para los próximos días y a múltiples quinielas.

Queda el tema nacional, pero eso con reflexión y en mi próximo artículo.

[Resumen conformado con las aportaciones de Graciliano Palomo en la jornada electoral]

UPL ha conseguido un incremento muy importante en capacidad de influir. A mayores de haber conseguido algunas Alcaldías con mayoría absoluta, como Sariegos, Cistierna o Santa María del Páramo, ha sido primera fuerza en lugares difíciles como San Andrés del Rabanedo, y llave en muchos municipios como León, y, lo que quizás sea más importante, en la Diputación provincial.

Viendo el conjunto, creo que es el ganador de la noche electoral.

Por otro lado, en León ciudad, es meritorio que en un momento en que el PSOE ha sufrido una importante pérdida de alcaldías y autonomías, José Antonio no sólo se haya mantenido sino que incluso ha subido un concejal.

En cuanto al PP en León ciudad pasa exactamente lo contrario: en un momento en que el PP ha subido en toda España, en León a duras penas se ha mantenido, lo que confirma que la candidata elegida fue una pésima opción.

Y, para finalizar, destacar que la entrada de Vox ha sido menor a lo que ellos esperaban y que tanto Ciudadanos como Podemos están en proceso de desaparición.