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Pablo y Laura, en una fotografía junto a la bandera de León que cuelga de su balcón en el madrileño barrio de Lavapiés.
Los leoneses que vuelven

Los leoneses que vuelven

Tras más de tres meses separados de León, muchos de los que viven o trabajan fuera se deciden a volver a lo largo de esta semana para reencontrarse con familia y amigos | «Muero de ganas de volver a la tierrina, de irme al Curueño y de sacar la chaquetina porque se te alarga la tarde en el Húmedo»

N. Brandón

León

Lunes, 22 de junio 2020, 09:04

Han sido largos días separados de familia y amigos. Viviendo una pandemia mundial en la distancia. Ahora, con el fin del estado de alarma, es hora de volver a León. Volver a casa para estar frente a frente con los tuyos y poder volver a disfrutar. Porque como dice la canción... «paso la vida llorando y suspirando, León, por ti».

Álvaro y Susana preparan la maleta junto a su gato Pichu.

«No hemos podido compartir en persona que esperamos un bebé»

Álvaro y Susana son un matrimonio que viven en Madrid. Él de León y ella de Gijón, esperarán al jueves para regresar primero a la capital leonesa para después emprender el viaje a Asturias. Para ellos, ha sido «difícil estar separado de nuestra familia porque estás preocupado por ellos y por su seguridad. Además, de no poder haberlos visto en mucho tiempo sobre todo a las abuelas. También, en nuestro caso, no poder compartir con amigos y familia las noticias de que esperamos un bebé para diciembre».

¿Y lo que más echan de menos? «Tomar algo con amigos y familia. Ver la mar. Tapear por León…».

Lo primero que harán al llegar es «abrazar a la familia, siempre con un test de covid por delante (risas). Nos apetece mucho cenar en una terraza con la gente que hace mucho que no ves».

Ambos manifiestan no tener miedo por volver de Madrid. «La gente está un poco obsesionada con Madrid. Es la ciudad de España con más contagios, pero también con más población por lo que las posibilidades son casi iguales. Por mera precaución nos haremos el test».

Vicky ya tiene todo preparado para volver.

«Muero de ganas por sacar la chaquetina porque se te alarga la tarde en el Húmedo»

Vicky no regresa a León desde finales de febrero. Afincada en Madrid «tenía pensado volver en marzo para el cumpleaños de mi hermana, pero debido a la situación me quedé aquí».

Aunque podía haber ido a León porque «en realidad me pilló fuera, había estado en varios lugares y con varias personas así que lo más responsable parecía que era volverse a la capital de España».

Sobre el confinamiento, «me «gusta» decir que he pasado una cuarentena de privilegiada; mantengo mi trabajo (ahora desde casa), mi familia y amigos están sanos y como comparto piso, he podido pasar el confinamiento en buena compañía. A las 20h siempre (casi) puntuales salíamos a animar la calle con aplausos y música. Era lo menos que podíamos hacer».

Preguntada por lo que más añora, lo tiene claro: «por supuesto, muero de ganas de volver a la tierrina, de irme al Curueño y de sacar la chaquetina porque se te alarga la tarde en el húmedo».

Rubén ya tiene lista su maleta.

«Echo de menos la comida de mi madre»

Rubén lleva desde los 27 años trabajando fuera, primero en Valladolid y ahora en Madrid, pero admite que «nunca había estado una temporada tan larga sin ver a la familia. Se hace muy duro, ya que es la primera vez que he estado 4 meses, desde finales de febrero, sin volver a León a ver a mi familia y amigos».

La comida de su madre es lo que más echa de menos, y de nuevo, hay coincidencia con el resto de leoneses que vuelven en cuanto a qué será lo primero que haga al pisar la tierrina. «Lo que más ganas tengo de hacer cuando llegue a León es ir al barrio húmedo a tomar unas tapinas, pero lo que más echo de menos además de ver a mi familia y amigos, claro está, es la comida de mi madre».

Él sí siente preocupación por volver desde Madrid «ya que ha sido una de las comunidades más golpeadas por la pandemia. Y va a ser muy extraño después de 4 meses no poder abrazar y besar a mis padres o mi abuela por miedo a contagiarlos».

Yaiza ultima los detalles de su maleta.

«No sabes si tu familia te dice que está bien sólo por no preocuparte»

Yaiza ha vivido desde cerca la pandemia. MIR en un hospital Cántabro por eso explica «al final he llevado una vida ajetreada, no he tenido tiempo ni de pensar, por la mañana trabajaba y por la tarde estudiaba.

Para esta leonesa ha sido «difícil estar lejos de tu familia porque la distancia no sabes si estarán bien y si cuando hablan contigo dicen que están bien para no preocuparte. En persona lo puedes percibir, por teléfono no».

Sobre el miedo a contagiar a las personas con las que se reencuentre cree que va a ser muy difícil guardar la distancia, porque «cuando tienes la emoción después de tanto tiempo de ver a una persona, al llegar es muy difícil». Yo supongo que cuando llegue para darles un abrazo me pondré la mascarilla e intentaré mantener la distancias y no compartir plato en la mesa. Seguro que al final se me olvida, pero lo más importante es guardar la distancia con personas que no conoces fuera del núcleo familiar».

Alberto ya tiene ganas de coger el avión de vuelta.

«Lo más duro ha sido no disfrutar de la Semana Santa»

Alberto ha pasado toda su cuarentena en Barcelona, donde trabaja desde hace unos meses. Para él, la parte más horrible del estado de alarma ha sido pasar la Semana Santa lejos de León «sin disfrutarla». Según explica, es la época más bonita del año en León con las calles llenas de gente y un ambiente especial. «Ahora tener que volver a esperar todo un año no es plato de buen gusto».

Cuando llegue a León, la plaza del Grano será su primera parada donde «me sentaré a esperar que llegue el Viernes de Dolores».

¡Cómo echamos de menos la morcilla del Jabugo!

Pablo y Laura son dos amigos de toda la vida que comparten piso en Madrid y han pasado la cuarentena en su piso de Lavapiés.«Nosotros nos quedamos en Madrid por responsabilidad ya que siendo el mayor foco de infección de toda España no queríamos en ningún momento contagiar a nuestras familias».

Desde Navidad sin ver a su familia, después de seis meses es «bastante duro, tenemos muchas ganas de verlos a todos, aunque sabemos que los reencuentros serán agridulces ya que no sabemos hasta que punto podremos abrazarlos y besarlos después de tanto tiempo. Todo por precaución».

Para poder adaptarse a la situación no les ha faltado ingenio e imaginación, como en Semana Santa cuando lo celebraron «con todos nuestros amigos en una videollamada, donde no faltaron la buena morcilla leonesa, el chorizo picante y el orgullo de la Cecina, así como el brindis por de orujo y limonada en honor a la memoria de Genarín».

A pesar de eso, se sienten «afortunados porque a nadie cercano le ha tocado vivir la enfermedad de manera directa y es lo más importante en este momento».

Ya han planeado que será lo primero que hagan al pisar tierras leonesas: «dar un paseo, curiosear las novedades de Elektra, hacernos una foto en la plaza de la catedral, subirnos a los leones del puento de los Leones y terminar el día con una buena cena en el Jabugo. ¡Cómo echamos de menos esa morcilla!»

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