Unos 70 leoneses piden la libertad de Pablo Hasel: «No nos va a callar un estado criminal»

No faltaron los gritos y las consignas pidiendo la libertad del cantante catalán, así como algunas contra la Policía Nacional y el Estado como: «Libertad de expresión, policía no» o «vergüenza me daría ser policía».

La convocatoria se movió, como en otras ciudades de España, a través de las redes sociales. Y ante varios días consecutivos con disturbios en las principales capitales del país, la Policía Nacional de León quería estar preparada para evitar cualquier tipo de incidentes.

Fue por este motivo que se pudo ver una gran presencia de agentes del Cuerpo Nacional de la Policía en la capital leonesa durante la tarde del sábado. En el horario de la concentración, los agentes cortaron todos los accesos en coche a la plaza de la Inmaculada a través de cintas que impedían el paso. A su vez, dos furgones controlaban el acceso desde la avenida Gran Vía de San Marcos.

En torno a las 18:00 horas se fueron concentrado los leoneses en el entorno de la Subdelegación de Gobierno. A lo largo de la mañana, efectivos del Ayuntamiento de León había retirado contenedores de varias de las principales calles y avenidas de la capital leonesa ante posibles incidentes. También se instó a los hosteleros de la zona a retirar las terrazas y recoger sillas y mesas de las calles cercanas a la Subdelegación de Gobierno.

No ha sido la primera convocatoria en la capital por la libertad de Pablo Hasel, ya que el pasado sábado 6 de febrero se dieron cita, cerca de un centenar de leoneses, en la capital. Una concentración, que como en esta ocasión no estuvo rodeada de ningún tipo de incidente.

Un grupo de leoneses, que no llegaba al centenar, ha secundado esta nueva concentración convocada, a través de las redes sociales, para pedir la libertad del rapero, Pablo Hasel, condenado por enaltecimiento del terrorismo, entre otros delitos.

Es la quinta noche consecutiva de disturbios en España. Los altercados estallaron el martes de noche en Cataluña, horas después del ingreso en prisión de Pablo Hasel, de 32 años, condenado a nueve meses por unos tuits en los que insultaba a la monarquía y la policía y ensalzaba a personas implicadas en delitos de terrorismo.

En unos días, Pablo Hasel se ha convertido para muchos en el símbolo de la libertad de expresión en España tras su condena a nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo en unos tuits donde calificaba al rey Juan Carlos I de «mafioso», elogiaba personas implicadas en atentados y lanzaba duras acusaciones contra la policía.

Pablo Rivadulla Duró, más conocido como Pablo Hasél, lleva más de cinco años sentándose en el banquillo por sus letras, tuits, amenazas y agresiones. Su reciente encarcelamiento para cumplir condena ha desatado una oleada de protestas .

Son sus dos primeras condenas firmes las que le han llevado a prisión por orden de la Audiencia Nacional: una condena de 2 años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo en sus canciones y una segunda condena de 9 meses de cárcel por enaltecimiento en una canción y varios tuits, y más de 17.000 euros de multas. Pero no son las primeras condenas, aunque sí la primera vez que entra en prisión.

En 2015 el Tribunal Supremo dictaba la primera condena firme contra el rapero catalán: dos años de prisión por enaltecimeinto del terrorismo en las letras de las canciones.

Las otras dos condenas no firmes impuestas a Pablo Hasel no tienen que ver con sus canciones o la libertad de expresión. La Audiencia Provincial de Lleida ha confirmado un año y nueve meses de cárcel por obstrucción a la Justicia, nueve meses más por amenazas y absolviéndole de maltrato. La víctima, según la sentencia, era testigo en un juicio.

La otra de ellas, tampoco es firme, fue dictada en junio de 2020 por un juzgado de Lleida: seis meses de prisión por agredir a un periodista de TV3 durante una rueda de prensa en 2016 en la Universitat de Lleida. Según las denuncias y la sentencia el rapero le empujó, le insultó y le roció con un líquido de limpieza.