San Carlos de Bariloche. Wikipedia

Leoneses atrapados en Argentina: «El Consulado parece una agencia de viajes con precios abusivos»

El ponferradino Marcos García se encuentra viviendo una auténtica odisea junto a su pareja, padres y bebé en la que salir del país no está siendo una posibilidad sencilla

Nacho Barrio

León

Sábado, 11 de abril 2020, 09:31

Marcos García y su familia llegaron hasta la localidad de San Carlos de Bariloche, en Argentina, con un bello objetivo: conocer a su sobrina recién nacida. Todo iba bien hasta que estalló la pandemia y las soluciones para salir del país se hacen cada vez más complicadas.

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Así, Marcos, su pareja, sus padres (de 68 y 65 años) y su bebé de siete meses buscan la manera de volver a España, todavía sin éxito. «Nos inciden desde el Consulado de España en pagar un minibús para cruzar el país entero, más de 20 horas, para llegar al aeropuerto», relata el ponferradino Marcos García, asegurando que existen vuelos desde Buenos Aires.

«Los anuncian como vuelos de repatriación en el Facebook de la Embajada Española en Argentina pero la realidad es que hay que pagarlos, entre 400 y 600 euros por persona», denuncia.

En esta situación señala que el minibus para llegar hasta el aeródromo de la capital, ante el que no se ofrece ninguna seguridad, supondría un coste de 800 euros. «Además de que haya que pagarlos, que aún se puede entender, pagarlo a precio comercial no se entiende», lamenta.

La «pésima gestión» impide el retorno de los bercianos, que apuntan a que no son los únicos españoles que pasan por este calvario. «Sólo se han preocupado de retornar a los que están en Buenos Aires, al resto sólo nos dan estas soluciones».

La vuelta original, marcada para el pasado día 5, no pudo culminarse, por lo que la vida exige otra intendencia. «El supermercado está a una hora a pie y aunque hay víveres y lugar donde dormir en San Carlos, queremos volver».

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La indignación en su máxima expresión llegó con la frase recibida desde las autoridades: «Mejor vayan en bus porque si no... Tiene mala pinta».

Marcos García y su familia reclaman soluciones para poder volver en un viaje que aunque nació con un buen propósito, se ha convertido en una aventura no deseada.

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