La primera concejala de León a quien sólo paró la represión
María Sánchez Miñambres ·
Sánchez de Miñambres tuvo una trayectoria cultural, política y empresarial impecable en la ciudad y provincia leonesa, pero su fuerza y su carácter osado fueron los creadores de envidias por las que fue denunciada y encarcelada «a pesar de no encontrarse pruebas en su contra»
Una mujer de la élite leonesa que rompió todos los moldes. María Sánchez Miñambres podía haberlo tenido todo por la influencia y riqueza de su familia, pero la incansable leonesa luchó por lograr su futuro soñado y vivir sus propias experiencias sin necesidad de cobijarse bajo la sombra de nadie.
Sánchez de Miñambres tuvo una trayectoria cultural, política y empresarial, así como un cierto sentido de modernidad que la llevaron a adquirir un papel destacado en la vida local de la capital leonesa.
«Sin embargo, el León de 1920 le quedaba pequeño a una joven de miras avanzadas», lamenta la investigadora Beatriz García, mientras recuerda en la entrevista con leonoticias que Miñambres «decidió trasladarse a París para seguir su formación, asistiendo a algunos cursos en la Sorbona».
Tras su estancia parisina, decidió volver a León para hacerse cargo de los negocios familiares, de los que sacó un magnífico rendimiento y se convirtió en una empresaria de éxito. Pero su «indumentaria progresista» y su reciente viaje a París comenzó a acrecentar rumores sobre su vida personal. A pesar de todo ello, Beatriz García Prieto recuerda que «no tuvo problema con los rumores y se creó una figura destacada a nivel social y político» en la ciudad.
Múltiples actividades
María Sánchez Miñambres comenzó a escribir para la famosa revista de la época, Vida Leonesa. «Su figura no solo tomó fuerza en el ámbito cultural, sino también en el político», remarca la investigadora, ya que durante la dictadura de Primo de Rivera, Miñambres fue concejala del Ayuntamiento de León, «primera mujer en desempeñar ese cargo en la ciudad». Aunque entre sus funciones no se encontraban asuntos de gran calado e importancia para la ciudad, desempeñó su concejalía con gran éxito de beneficencia.
María fue una persona de gran relevancia económica y social, pero su destacada modernidad fue considerada por muchos como inadmisible, y eso unido a algunas envidias fue el comienzo de su final.
María Sánchez de Miñambres con la moda parisina.
A pesar de ser militante de derechas y una mujer muy católica, «los fascistas no toleraron su carácter osado y progresista, motivo por el que, con el estallido de la Guerra Civil, comenzaron los problemas para ella», lamenta beatriz García.
Tras una denuncia, por el agua de riego en unas tierras de su propiedad situadas en Torneros, fue encarcelada en un primer momento en San Marcos y posteriormente trasladada a Saturrarán, un penal para mujeres situado en San Sebastián. En ese momento, muchos de sus bienes se incautaron bajo el cargo de «afecta de la República», a pesar de que nunca pudo probarse nada en su contra.
Miñambres y la sororidad
Beatriz lo recuerda en sus estudios como «un caso llamativo, de una mujer en la que contraste de donde procede, como es su familia y cómo son sus ideas». Una mujer, como tantas otras en este reportaje y en la historia leonesa, que se vio obligada a vivir en un momento histórico en el que le tocó 'abrir camino'.
Durante su periodo en prisión, María Sánchez Miñambres puso en práctica, sin conocer, el término sororidad ya que «ella ayudó a las presas a todo, les enseñaba todo lo que podía para mejorar su vida tras abandonar la prisión».
Una vez puesta en libertad, retornaría a León para proseguir con una vida discreta en su caserío, aunque siguió al frente de varios negocios y se hizo constructora. Finalmente, el día 1 de abril de 1977 falleció «en una profunda oscuridad y humildad, que para nada hicieron justicia al destacado personaje de la historia leonesa que fue».
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.