Una leonesa en las oposiciones de RTVE: «Cundió el pánico porque no nos informaban de nada»

A las 10.00 horas de la mañana del domingo 29 de septiembre el Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid en Pozuelo de Alarcón era un hervidero de gente. Cerca de 5.000 aspirantes a conseguir una plaza fija de informador en Radio Televisión Española se citaban a las puertas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales para presentarse al examen que decidiría su futuro. Entre ellos, la periodista leonesa Andrea Fergón, que desde diciembre trabaja en Culturas 2 con un contrato con validez hasta que se asignen las plazas de la oposición.

Los minutos avanzaban y las puertas de la facultad seguía cerradas. Nerviosos, los opositores miraban los móvil, a los que empezaban a llegar mensajes de otros compañeros alertando de que el examen se había suspendido. «Una amiga dijo que no estábamos para bromas la recibir el primer mensaje, pero cada vez lo recibía más gente», recuerda Andrea.

El rumor comenzó a correr y los nervios a dispararse. «Vimos en Twitter que un sindicato había publicado que la prueba se cancelaba. Luego lo publicó El Independiente y cada vez más medios, pero a nosotros nadie nos decía nada», denuncia la leonesa, que recuerda cómo «empezó a cundir el pánico, la gente estaba muy nerviosa y no entendíamos qué estaba pasando a tan pocos minutos del examen porque nadie nos decía nada».

Ni por correo ni de ninguna manera oficial la corporación informó a los aspirantes. Asomado a una ventana de la facultad, el director de Recursos Humanos de RTVE, Jorge de San José, explicaba, ante un indignado grupo de periodistas, que se había visto en la obligación de cancelar el examen para garantizar «la igualdad y la transparencia del proceso» tras informarse de que más del 80% de la prueba se había filtrado.

Los hechos ocurridos el domingo son la gota que colma el vaso de la paciencia de los trabajadores sin plaza de RTVE, que ven como desde 2007 no se convoca la oposición para informadores. El proceso salió el año pasado y estuvo envuelto de polémica por una cláusula ilegal, y ahora se tendrá que volver a posponer. El perjuicio es evidente para los opositores que se enfrentan a una prueba «con contenidos infinitos, porque tenemos que estar al día de la actualidad, de todo lo que pasa, y cada día es algo nuevo y no podemos parar de estudiar». Algo que no ocurriría en el caso de otros grupos como cámaras o montaje, que sí tienen un temario cerrado.

«Es una locura», concluye Andrea Fergón, que lleva «dos meses estudiando sin parar». Aunque la leonesa reside en León, son muchos los compañeros de los centros territoriales que se habían desplazado a la capital para realizar el examen. «Las historias de los compañeros son muy duras, gente que se ha perdido bodas, dinero... había mucha gente llorando», explica, al tiempo que apunta que, de todas las cosas que había imaginado que podían pasar el domingo, la cancelación no se le había ni pasado por la cabeza.

La indignación da paso a la incertidumbre de cientos de profesionales que llevan décadas esperando presentarse a la oposición para conseguir una plaza fija y que ahora deberán seguir esperando a que concluya un proceso que se prevé largo y tedioso.

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