León se viste de otoño

Ambiente húmedo; aire fresco de primera hora de la mañana. Al termómetro le cuesta subir más que hace algunas semanas y el cielo gris amenaza con una lluvia que no llega.

El verde se ha ido difuminando. Sobre el césped ya son cientos, miles, las hojas que se acumulan y que cubren la hierba, relegada al ostracismo de la estación.

León se disfraza estos días con los colores de su atractivo otoño. La falta de precipitaciones han ayudado a que los árboles se vean desplumados en pocos días.

Octubre ha dibujado su lienzo de tonos marrones y amarillos, ocres que se desvanecen de las copas y rediseñan ramas desnudas.

Los parques y jardines de la ciudad invitan al paseo, algo más abrigado que semanas anteriores. El suelo se ha camuflado de todas y cada una de las especies arbóreas que no hace mucho sirvieron de sombra.

Los frutos secos se acumulan junto a las hojas y ponen relieve a un paisaje que ha cambiado con la llegada del otoño y que ha coloreado de sus gamas los últimos meses del año.

Todo un juego de tonalidades que aportan la magia de esta estación, anticipan el frío que está por llegar y regalan la estampa clásica de este mes de octubre.

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