Lo complicado que es tener una buena idea y lo sencillo que es que robarla y apropiársela, ¿verdad? Un simple despiste del ideólogo, un simple cabo sin atar, puede desencadenar en un craso error a ojos de la legalidad por parte del inventor. Las patentes son uno de los mayores artilugios legales para defender aquello que es propio, que ha surgido de nuestro interior y que no queremos que otros se beneficien como si fuera suyo.
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León registró ocho solicitudes de patentes y 430 peticiones de marcas para proteger signos distintivos en 2023 a través del Centro Regional de Información en Propiedad Industrial de la comunidad. La actividad de este centro se limita a «labores burocráticas», ya que no es ni quien recoge ni aprueba a trámite las solicitudes. «Asesoramos a empresas y particulares, se hace todo a través de la página web y explicamos cómo se hacen los informes, pero no recibimos ni aceptamos solicitudes», explican desde el Centro Regional incidiendo en que es la Oficina Española de Patentes y Marcas la que se encarga de ello.
El sector que más invenciones registró en León fue el de la tecnología farmacéutica, con tres, mientras que sólo hubo una en comunicación digital, tecnología médica, productos farmacéuticos, mobiliario y motores y turbinas. A nivel autonómico destacan las solicitudes de patentes publicadas por unidades técnicas G06, que tienen que ver con el campo de la computación y el cálculo. Fueron 10 las que se publicaron de ese sector en Castilla y León, las más numerosas seguidas de patentes en Agricultura, con seis. Con cuatro se encuentran inventos de alimentación y tabaco, objetos personales o domésticos, química orgánica e instrumentos relacionados con fotografía, cinematografía y reproducción de imágenes.
Las empresas y particulares también tienen que proteger sus signos distintivos, ya que son claves para la identificación y exclusividad de la empresa. Aquí entran nombres comerciales, logotipos o eslóganes. En León se registraron hasta 74 solicitudes de marca en bebidas alcohólicas -exceptuando cervezas- y 64 en educación, formación, servicios de entretenimiento y actividades deportivas y culturales. Tres menos se dedicaron a la publicidad, gestión y administración comercial y trabajos de oficinas. 25 se destinaron al sector de prendas de vestir, calzado y sombrería, mientras que 23 a servicios médicos, veterinarios y de agricultura, horticultura y silvicultura.
En cuanto a peticiones para mantener la apariencia de un producto, su diseño industrial, la mayoría han sido de particulares, 27 (22 hombres y cinco mujeres), a los que se suman cinco empresas y un organismo público.
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