León sale a la calle por el futuro de Laboratorios Ovejero y contra la «ineptitud» de su directiva

Comisiones Obreras y UGT organizaron una manifestación que partía de sindicatos hasta Botines y en el que todos apuntaban a Juan Pablo Ovejero, CEO de la empresa, para exigirle que retome el acuerdo que había alcanzado con Grupo Labiana para la venta de la factoría.

El vicesecretario general de UGT en Castilla y León, Evelio Angulo, reclamó que se cumpla un acuerdo que sindicatos y Junta, a través de la Fundación Anclaje, lograron cerrar para «resolver el problema de la ineptitud e inutilidad de un CEO que se ha cargado la empresa en cuatro o cinco años». El líder sindical se ha mostrado preocupado «que se ponga en peligro una empresa por la avaricia, insensatez e inutilidad de una persona que no está capacitada para dirigirla», ha expuesto con dureza.

Como telón de fondo quedaba la dramática situación de una provincia en decadencia que sufre el azote de la desindustrialización y la despoblación. A ello se ha referido Ángel Santos, secretario de Industria de CC.OO. León y que pedía ayuda a la sociedad leonesa para «creerse» que es necesaria la reindustrialización, anclar empresas en la provincia y defenderla de la despoblación. «Hemos hecho un llamamiento para que las calles rujan en defensa de la industria, el empleo y la provincia». Santos también reivindicaba aceptar la oferta de Labiana por ser gente que ha demostrado «ser seria, responsable y que cumple» y por ello se han ganado el respaldo de los sindicatos, la Junta y los trabajadores.

Diferentes partidos se han querido unir a esta marcha para exigir una solución inmediata y que se garanticen los puestos de trabajo en Laboratorios Ovejero. Entre ellos, los secretarios generales de Podemos Castilla y León, Partido Socialista de León y Unión del Pueblo Leonés.

Pablo Fernández -Podemos- quiso dar su apoyo a este conflicto laboral porque «León no puede permitirse el desmantelamiento del tejido productivo». «Nos estamos jugando el futuro de la provincia», ha sentenciado el líder de la formación morada, quien reclamaba que se reconduzca la situación y se llegue a un acuerdo para mantener los puestos de trabajo. Además, pedía la implicación de la Junta de Castilla y León para alcanzar «una solución inmediata».

A esa misma línea apuntaban los socialistas, en palabras de Javier Alfonso Cendón, quien cree que la institución autonómica tiene «algo que decir en esto», a través de la Fundación Anclaje. «Hay que hacer un llamamiento claro a la empresa a que se sienten a negociar y cierren el acuerdo porque no se puede sostener que se cierre una empresa por un capricho, que es lo que parece que hay detrás de esta decisión».

Desde UPL, Luis Mariano Santos abogaba por la «lealtad» de una empresa con unos trabajadores que han pasado condiciones «muy duras», renunciando a sus salarios para salvar la empresa, y ahora se tiene que buscar su continuidad. «No puede ser que se ría de administraciones y todos los que han hecho un esfuerzo por su viabilidad y de aquellos que han llegado a un acuerdo, y ahora esos empresarios solo piensen en ellos».

La plantilla exige que se retomen las negociaciones con Labiana, una empresa que mostró su compromiso y que comprometió dos millones de euros para salvar el laboratorio. Mientras, el propietario de Ovejero optó por romper dicho acuerdo y buscar una venta a Grupo Zendal en un gesto que se ve como ejemplo de avaricia, insensatez e inutilidad del CEO.

Tras esta marcha por las calles de León, los trabajadores elevarán el tono de su protesta este próximo lunes, cuando han convocado una huelga indefinida para hacer la presión más fuerte y obligar a la directiva a recapacitar sobre su decisión.