Día de León, día de los que también quieren festejar

Si uno mira el calendario podrá visualizar que cada mes se producen mínimo dos fiestas de carácter local y regional. A ello, hay que sumarle las de interés nacional, e internacional. Sin olvidar, claro está, las festividades religiosas propias de los meses de diciembre y marzo/abril.

San Froilán, Astures y Romanos, San Juan y San Pedro… son solo algunos ejemplos de las que acontecen en nuestra provincia. Resumen que, de 365 días, podemos afirmar que un 25% lo pasamos festejando algo tradicional y folclórico. Un porcentaje que, además, tiende a ser superior si comparamos los calendarios festivos de otras naciones europeas.

¿Dónde radica este problema? Bien. El problema llega con ese afán español en crear fiestas para todos los ámbitos y sucesos. A alguien se le ocurrió, allá por las fechas de la Transición, que cada comunidad autónoma debía tener su propia festividad. Nada malo hasta aquí. Una festividad más que celebrar.

Ya podéis imaginar por dónde van los tiros. A la formación 'forzosa' de Castilla y León, como con el resto, se le atribuyó una festividad regional. Pero claro, ¿Qué festividad va a tener una comunidad birregional que contente a una parte y a la otra? Tranquilos, que la maravillosa Junta de Castilla y León tuvo la mejor solución.

El 23 de abril de 1521 se produjo la Batalla de Villalar. Proceso bélico que enfrentó a las fuerzas realistas de Carlos I de España con las fuerzas comuneras de Santa Junta. Este acontecimiento tuvo como vencedores a los primeros, y como vencidos a los segundos; poniendo fin a la Guerra de las Comunidades de Castilla.

Entre las fuerzas comuneras se encontraban los ejércitos del Reino de León. Aquí hay que matizar un par de cosas. Participar del bando de los comuneros no conlleva que se les reconozca como comuneros. Y es que hay que señalar que, junto a los comuneros, también combatieron los ejércitos murcianos o aragoneses. Estos, como se puede apreciar, de castellanos no tenían ni el lenguaje.

Volviendo a la época de la Transición, la Junta decidió conceder el 23 de abril como el Día de Castilla y León. Dicho de otra forma. Oficializar un día de carácter puramente castellano en el día de todos los castellanos y todos los leoneses. No hace falta tener poderes propios de adivinos para saber qué sucedió.

De entre todas las festividades locales, regionales, nacionales y religiosas, a León, Zamora y Salamanca se les negó un único día en el que expresar su sentimiento y alegría de ser habitante de esta Región. Y ese es el espíritu con el que escribo estas líneas que ahora lees. ¿Por qué no decidir un día propio para todos los leoneses y leonesas? Un día en el que poder celebrar, aunque sea de manera simbólica, un sentimiento de pertenencia a esta bella tierra. Y, en especial, un día en el que poder manifestar nuestro orgullo como leoneses, y no nuestro desacuerdo con la actual autonomía.

¿Cuál podría ser este día? No soy quién para decidir algo que se debe poner en consenso con miles de leoneses y leonesas. Únicamente, dentro de la humildad de ser el que escribe estas líneas, puedo manifestar algunas de las opciones que podrían tenerse en cuenta.

18 de abril. Un día bastante importante en nuestra historia. Y es que tal día como ese en el 1188 se celebraron las Cortes de León. El germen del parlamentarismo europeo con el que ahora convivimos.

24 de abril. Día de los Héroes Leoneses que celebramos ahora. Con polémica o no, el 24 de abril del 1808 se considera a León como la primera ciudad en levantarse contra la invasión francesa de Napoleón Bonaparte.

7 de octubre. Tal día como ese en el 1072, Vellido Dolfos mataba al Rey Sancho II después de que este sitiara Zamora en el famoso Cerco de Zamora. Acabando con la invasión castellana del Reino de León.

9 de noviembre. Un 9 de noviembre del 1218 veía la luz un primer proyecto de lo que ahora es la Universidad de Salamanca. Reconocida como una de las primeras instituciones universitarias del mundo.

4 de mayo. Más simbólico que histórico, el 4 de mayo de 1984 se produjo la manifestación en favor de la autonomía de la Región Leonesa, con más de 90.000 personas en las calles.

Muchas más fechas podrían aparecer en esta lista, y todas ellas tendrían motivos de sobra para representar un día así. Porque lo importante no es lo que haya significado esa fecha, sino lo que tiene que significar. Un día de unión para los miles de leoneses y leonesas que conformamos la Región. Y, por supuesto, un día que suponga un orgullo y felicidad de pertenecer a esta tierra que tanto nos ha dado.