León se va a negro: las medidas energéticas del Gobierno apagan los escaparates de la ciudad

Este miércoles entró en vigor el paquete de medidas de ahorro energético impuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez que se mantendrá hasta el 1 de noviembre de 2023. Los edificios públicos, los establecimientos comerciales y la hostelería deberán apretarse el cinturón eléctrico desde ya aplicando las siguientes limitaciones: apagado del alumbrado exterior en edificios públicos vacíos y los escaparates de los negocios a partir de las 22:00 horas; el termostato no se podrá bajar de los 27 grados en lo que respecta al aire acondicionado, ni por encima de los 19 grados cuando llegue el periodo de encender la calefacción; las puertas de los establecimientos deberán contar con cierres automáticos para impedir el dispendio energético antes del 30 de septiembre; se deberán colgar carteles anunciando las medidas.

Aquellos leoneses que hayan circulado por las rúas de la urbe pasadas las 22:00 horas de este miércoles habrán podido comprobar cómo los establecimientos se han ido a negro. Asimismo, todos los edificios públicos de la localidad deberán haber desenchufado la iluminación de sus fachadas. Únicamente están al margen del plan de choque energético el alumbrado ornamental de los monumentos, si bien es cierto que el Palacio de los Guzmanes, que actualmente alberga la Diputación Provincial, está aplicando esta medida a las luces de su frontispicio desde la publicación en el BOE de la medida el pasado 2 de agosto.

No será así en el caso de La Catedral, San Isidoro y San Marcelo, todos ellos dependientes del Ayuntamiento. Estas instituciones no oscurecerán sus figuras amparándose en la prerrogativa que el real decreto concede a los monumentos. Sorprende especialmente el caso de la infraestructura de San Marcelo, ya que, si bien es cierto que es un edificio con carácter de monumento, también alberga una administración pública -el Consistorio- y este estará vacío a partir de las 22:00 horas, por lo que, de acuerdo con la última publicación de la norma en el BOE, debería apagar sus luces.

Otra de las salvedades será el Museo Casa Botines Gaudí. De hecho, durante este periodo estival su iluminación se inicia a partir de las 22:00 horas, justo el límite horario que ha establecido el Gobierno para apagar edificios públicos y negocios comerciales. Desde Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), de la que depende la administración de la institución, precisan que no se aplicará la normativa a no ser que haya cambios en la regulación que obligue a ello de forma inequívoca.

Amén de la iluminación, que sin duda dejará una ciudad un tanto más oscuro a lo que está acostumbrado el leonés, las temperaturas en bares, centros comerciales, cines, hoteles y bares, no podrán bajar de los 27 grados por mucho calor que haga en el exterior. Una disposición con la que ya han tenido que bregar los empresarios leoneses afectados durante este miércoles.

Los hosteleros han sido los más beligerantes con la imposición del Gobierno, ya que consideran que las limitaciones supondrán una rémora para el negocio. Preguntados por leonoticias, el sector califica las medidas de «incumplibles», además de «absurdas» y «fuera de la realidad». Los dueños de bares y restaurantes señalan que el objetivo prioritario de estos establecimientos es ofrecer un buen servicio a los consumidores, algo que les será imposible acometer con estas restricciones. Asimismo, se preguntan cómo podrán atender a las terrazas, tan importantes por su ventilación desde la llegada del coronavirus, si deben mantener las puertas cerradas para cumplir con la regulación.

Entre los dueños de los pequeños comercios hay una mayor disparidad de opiniones, pero el sentir mayoritario es que las medidas afectarán negativamente a las ventas. Los comerciantes de León temen que las tiendas se conviertan en un elemento incómodo para el consumidor, desincentivando la venta física y empujando a los clientes a refugiarse en el comercio online, el cual ya lleva años comiendo terreno al pequeño establecimiento. «Todo lo que sea limitar el tráfico de gente por los establecimientos nos afecta», señala un dependiente a este diario.

Hay quien también considera que la medida está dentro de lo razonable y que no afectará excesivamente a sus ventas, ya que a partir de las diez de la noche el poder publicitario de los escaparates decae proporcionalmente al número de gente que se encuentra en la calle durante esas horas. «Hay que adaptarse a lo que sea mejor para todos», apuntaba una conocida dueña de una tienda especializada en regalos y decoración.

Quizás el sector que mejor cara a puesto al decreto gubernamental ha sido el de las grandes superficies -supermercados y centros comerciales-. Con el negocio prácticamente asegurado por la enorme variedad de productos que ofertan en un mismo lugar, estos negocios no encuentran que las medidas vayan a suponer ningún lastre importante para sus ventas. «Apagar la luz del escaparate no nos influye mucho porque cerramos a las 21:30 horas», señalan a este medio desde El Corte Inglés de León.

Para aquellos que todavía anden perdidos con las medidas de ahorro energético dictadas por el Gobierno de PSOE y Podemos aquí hay una lista de las excepciones que incluye la normativa: no afectarán estas restricciones a centros sanitarios, hospitales, instituciones educativas -guarderías, colegios y universidades- peluquerías, gimnasios, aviones o trenes. Asimismo, las habitaciones de hoteles, al ser consideradas espacios privados -como es una casa particular- tampoco estarán sometidas al decreto. Sí deberán acatar las zonas comunes de los hoteles, las estaciones de autobuses, metro y tren, los teatros, cines y salas de exposiciones.

La oposición a la nueva regulación energética no saldrá barata, ya que el real decreto contempla sanciones de hasta 60.000 euros en caso de incumplimiento de las medidas. No obstante, lo que primará en todo momento es la pedagogía y «el apercibimiento previo», precisa Teresa Ribera, ministra para la Transición Energética. «No creo que nadie vaya a poner multas inmediatas», abundó la responsable de la cartera.

De igual manera, se espera que estos primeros días de vigencia de la norma sirvan como un proceso de adaptación, ya que la propia Ribera detalló que las grandes superficies y empresas disponen de una mayor facilidad que los pequeños negocios para cumplir el plan de choque con celeridad.

Desde este miércoles y hasta el 1 de noviembre de 2023 León se oscurecerá para afrontar el reto energético que tiene ante sí el Gobierno de España y del resto de países miembros de la Unión Europea. Mientras y tanto, los más viejos del lugar rememoran una época en la que las ciudades eran mucho menos luminosas, unos tiempos que nadie intuía que podían volver; una normativa que alerta sobre la gravedad de la cuestión y que, con resignación o sin ella, ya es una realidad.