León llora a Joaquín Nieves, un 'pura sangre' del periodismo local

Nieves estudió bachillerato en Ourense, en el Colegio Labor de Vigo y en la Academia Verinense. Ingresó en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y fue corresponsal de los periódicos deportivos Gol de Madrid, Meta de Vigo e Imán de A Coruña, además del periódico portugués Mundo Deportivo, 'El Caso' y Marca.

Dirigió El Heraldo de Verín en su segundo período (1945-1946) hasta que en 1949 se unió al equipo editorial del periódico 'Proa' en León. Allí Joaquín Nieves fue jefe de la sección internacional y de eventos y dirigió las publicaciones 'Ayer y hoy' y 'Córner' en León.

Fue miembro de la Asociación de Prensa de Ourense, perteneció a la Asociación de Prensa Leonesa y fue delegado en la provincia del Grupo de Periodistas Deportivos, además de colaborador de innumerables medios.

Joaquín Nieves deja en León la impronta de un profesional apasionado, entregado a la causa, dispuesto a rastrear cualquier noticia para luego cedérsela sin miramientos a un compañero.

Quienes tuvieron el privilegio de conocerle nunca podrán olvidar sus largos paseos, siempre al lado de su perro, y con el 'pinganillo' en la oreja. Muchos, casi todos, mantenían la creencia de que ese 'pinganillo' le 'enganchaba' a una de sus pasiones, la radio, pero no era así. En realidad le conectaba directamente con la Policía, a quien seguía los pasos en todas sus intervenciones. Y eso que ya era octogenario.

Estuvo presente en eventos de enorme peso informativo, como el accidente ferroviario de Torre del Bierzo, aunque durante toda su carrera siempre supo encontrar una veta de información donde no muchos la querían ver.

Si hay pasión por el periodismo, la suya era descomunal. La hemeroteca regala algunos titulares de la época que vistos hoy evidencian el periodismo de la lejanía: 'Muerto por un rayo', 'Atropello de una cerda', 'No le gustó la sentencia y abofetea al alguacil' o '¡Todavia quedan primos!', tras un nuevo timo por el 'tocomocho'.

Algunos de aquellos titulares le unen a una época social que hoy sorprendería, 'Roban hierba para dormir', 'Mueren dos mulas electrocutadas' o 'Condenado por llevarse el eje de un carro', pero que evidencian la intensa actividad que tenía que realizar quien rastreaba la información con la sola ayuda de un lapiz y una libreta.

Se ha ido Joaquín Nieves. Su adiós deja una leyenda de profesionalidad y un ejemplo que merece la pena seguir. Su hijo, Joaquín Nieves, hoy encuadrado en un grupo de 'veteranos de la prensa deportiva de León', ha recordado en las últimas horas que León pierde al «decano de los periodistas».

- «Genio y figura», le respondieron.

[La capilla ardiente por Joaquín Nieves se encuentra en la sala 10 del Tatanorio de Eras de Renueva. La misa funeral tendrá lugar este sábado a las 11.30 horas en la Iglesia del Mercado de León capital]