León: desde el inicio de la crisis sanitaria al segundo confinamiento de la capital

El 13 de marzo la provincia se confina, los leoneses se mantienen en sus viviendas y se cierra todo el comercio. Un día en el que se registraron 22 positivos y parecía que lo peor había llegado. Los días posteriores la imagen se centró en los supermercados y las compras compulsivas ante la incertidumbre de lo que podría llegar a pasar.

Un día después todo el país se une a las 20:30 horas ante el llamado aplauso sanitario. Un gesto de agradecimiento que se extendió a lo largo de los días en la que fue la fase más dura de la pandemia.

Los días pasan y 'Resistiré' se convierte en el himno de la lucha de una sociedad unida ante una pandemia mundial. Desinfecciones, controles y mucha precaución bajo las órdenes única del Estado y con la colaboración de los sanitarios en primera línea de batalla y todos los cuerpos y fuerzas de seguridad para proteger a los ciudadanos.

El peor momento, en relación a la incidencia de la covid-19 en León, fue el 14 de abril cuando la provincia registró un total de 186 contagios.

A finales del mes de abril, el domingo 26, se permitió la salida de los más pequeños de la casa a la calle y a los dos días llegaron las 'fases de la desescalada'.

Desde la fase cero a la 'nueva normalidad' los medios de comunicación explicaban las diferentes medidas y los leoneses contaban con paciencia los días que restaban para poder volver a salir a la calle con 'normalidad'. A principios de mayo se permitió la salida para realizar prácticas deportivas y el 4 de ese mes llegó a León la fase cero.

La provincia tomaba de nuevo el pulso a la economía, pero con cautela. Los comercios abrían al público con cita previa y con grandes medidas restrictivas que no aliviaban el cierre completo de mes y medio, pero alentaban a los ciudadanos a sentir que el fin de la crisis sanitaria estaba cerca.

La fase uno no llegó a todos los municipios de la provincia por igual ya que la incidencia en Castilla y León se medía por zonas básicas de salud. Matallana de Torío, Truchas y Riaño fueron las primeras en alcanzar esta nueva fase el 11 de mayo. Siete días más tarde El Bierzo, Laciana, Sahagún, Mansilla de las Mulas y Valderas daban un nuevo paso, pero la capital leonesa aún tenía que esperar ya que su incidencia no era la correcta para el cambio de fase.

El 25 de mayo la capital abrió sus terrazas entre medidas de seguridad y controles de aforo. Los establecimientos abrían ya de manera generalizada, se permitieron las reuniones de hasta diez personas y regresaron los mercados al aire libre.

Un día en el que la provincia registró el primer 'triple cero': sin casos nuevos en las últimas 24 horas, sin positivos arrastrados y sin fallecidos.

El Bierzo y Laciana acceden a fase dos el 1 de junio, pero el resto de la provincia tendría que esperar siete días más. La desescalada avanza con prudencia y los leoneses miran con cautela a la nueva, y esperada, normalidad que llega al conjunto de la provincia el 15 de junio.

Los espacios se abren y la mascarilla se hace obligatoria en el conjunto del país. Un verano en el que León vive de una manera diferente y en el que el turismo cae y la economía de la provincia se ve muy afectada.

A finales del mes de septiembre, los positivos de la covid-19 sufren un incremento notable en el conjunto de la provincia y la situación se tensa en la capital. Ayuntamiento y Junta de Castilla y León piden prudencia y responsabilidad a los leoneses cuando la incidencia se acerca a los 500 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

El 3 de octubre León registra 384 nuevos positivos, el récord desde que empezara la crisis del coronavirus. La capital sigue siendo el epicentro de los contagios y la Junta determina el cierre de León y aplica las medidas del Ministerio de Sanidad en la restricción de reuniones y aforos.