De León a Eslovaquia: confinado en el Erasmus

Los españoles afectados no encuentran alternativa de regreso por la falta de vuelos directos entre ambos países, el cierre de las fronteras de Eslovaquia con Hungría y Polonia y la ausencia de garantías para poder hacer el viaje por tierra hasta Viena (Austria) y desde allí coger un vuelo a España.

Tras un mes y medio de trabajo en restaurantes de la principal ciudad del este del país, Andrés Fernández y Samuel Rodríguez vieron suspendidas sus prácticas el pasado 13 de marzo y desde entonces esperan a poder regresar a España, sin que hayan encontrado apoyo de la embajada, según han asegurado.

Como ellos, hay una veintena de españoles, en su mayoría también estudiantes Erasmus en Kosice, Bratislava y Banska Bystrica que buscan alternativas para su vuelta a España.

Han pensado fletar un autobús pero el alto coste o la inseguridad de que puedan atravesar sin problemas al menos cuatro fronteras de Europa antes de llegar a España hace que aún no hayan concretado esa vía de vuelta y tampoco disponen de otras alternativas.

En Eslovaquia, las medidas de confinamiento adoptadas han seguido una evolución similar a la de España, pese a que allí únicamente ha habido hasta este miércoles 1.465 casos confirmados y 27 fallecimientos de COVID-19.

Aún así, las restricciones en el transporte de viajeros hasta hace unos días y las dificultades para atravesar las fronteras han hecho que estos estudiantes hayan tenido que prolongar su estancia a más de 2.800 kilómetros de su casa.

Cuando llamaron a la embajada les indicaron que en Europa no organizan repatriaciones y que la vía de salida más adecuada es en avión desde Viena.

Sin embargo, esa posibilidad resulta difícil ya que el transporte público únicamente les acercaría hasta Bratislava, luego tendrían que recorrer por su cuenta tres kilómetros hasta la frontera con Austria.

Andrés Fernández ha explicado que, en teoría, en el paso fronterizo les dejarían cruzar a territorio austriaco si llevan un billete de vuelo para acreditar que están en tránsito hacia otro país.

A las dificultades que puedan surgir en la frontera o durante el viaje de 400 kilómetros por carretera hasta Bratislava se suman las derivadas de cómo realizar el trayecto de otros cuarenta kilómetros desde la frontera hasta el aeropuerto de Viena o las de llevar más maletas de las permitidas en su regreso en avión a España.

Por todo ello, Andrés Fernández y Samuel Rodríguez han admitido que aún no tienen claro cómo ni cuando podrán volver a su casa y mientras tanto al menos mantienen el contacto con sus familias de Zamora y León a través de videoconferencias y llamadas de teléfono.

Eso sí, ahora saben que a su regreso tendrán catorce días para estar en casa con sus familias de forma obligatoria, debido a las nuevas medidas de cuarentena que afectarán a quienes lleguen desde el extranjero, incluso de países en los que los casos de coronavirus no alcanzan ni una centésima parte de los que hay en España.