León empieza a cerrar el ciclo de la vacunación con los niños de 10 años: «Ha dolido un poco pero ya tengo ganas de ponerme la segunda dosis»

Siguiendo el mismo proceso que un día hicieron los adultos que le acompañaban han esperado con nerviosismo el ansiado pinchazo. «Ya nos han dicho que no duele pero un poco nervioso sí que estoy», comenta un niño que acude al Palacio junto a su madre. «Espero que no duela mucho», recalca otro pequeño leonés.

Un nerviosismo que se ha transformado en ilusión al recibir la vacuna. Unos niños que volvían a sus aulas con los deberes cumplidos y eso es algo que se notaba en la cara de estos pequeños a pesar de llevar la mascarilla. «Ha sido un pequeño picotazo», apunta una niña.

«No ha dolido nada», le añade un compañero de clase. «Yo ya estoy deseando recibir la segunda dosis», expresa un niño que sale de la sala con la mano sujetando el algodón situado en el punto donde le han inyectado la vacuna.

Los niños también han presenciado de primera mano que a pesar de tener la vacuna no hay que bajar la guardia. Dado que al abandonar el Palacio de Exposiciones observaban una larga cola de personas que acudían a la autocita para hacerse una PCR.

Lo que si han dejado claro todo los niños es el mensaje de ánimo al resto de niños para que acudan a vacunarse. Un pequeño dolor en el brazo que salva vidas y eso es algo que los niños y los padres lo tienen muy claro. «Todo el mundo tiene que vacunarse, es un gesto que no cuesta nada y salva vidas», detalla un padre que acompaña a su hijo a vacunarse.