El PP de León se conjura en su comida de Navidad para cerrar la página de un 2019 amargo

Una cita para intercambiar impresiones, anécdotas y confidencias en un año que no pasará al recuerdo para los conservadores que, si bien lograron mantener la Junta con el apoyo de Ciudadanos, perdieron tanto el Ayuntamiento de León como la Diputación Provincial.

Ya lo apuntaba el presidente del PP de León, Juan Martínez Majo, antes de empezar la comida. «Volveremos pronto, de momento esperamos que el año se acabe pronto», estimó antes de tomar asiento.

El presidente de la Junta de Castilla y León evitó de nuevo hacer declaraciones a los medios antes del acto, siendo recibido con aplausos en la sala del Hotel destinada a la cita.

En el horizonte se prevén cambios tras la dimisión del secretario general del PP de León, José Miguel González, en un partido que trata de cerrar página para abrir la del próximo año.

Una cita tradicional en la que el Partido Popular de León se sienta a la mesa con la esperanza de afrontar un 2020 de oportunidades y retos políticos.

«Pedro Sánchez es capaz de pagar el precio más alto, por lo más bajo, que es pensar sólo en su silla. A Sánchez le da igual lo que sea con tal de quedarse sentado donde está». Es la afirmación que hizo en León el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, quien participó en la comida de Navidad del partido en la provincia.

Para Maroto, en España se quiere hacer «un pacto imposible con quien va contra los intereses de España y no se puede explicar lo que se habla en la mesa de negociación porque es bochornoso o indigno». Una situación que vinculó a la dispersión del voto del centro y la de

«Si los partidos de centro hubiésemos ido juntos, hoy estaríamos hablando de a quién de Castilla y León nombraba ministro del PP», lamentó antes de asegurar que Sánchez «está muy contento en su mesa de Navidad en La Moncloa y se ha pasado todo el año aplaudiendo y diciendo qué bien lo estoy haciendo, si el centro-derecha vota dividido, me quedo en La Moncloa»; cosa, lamentó, que ocurrió. «Hemos votado divididos y muchas personas estarán pensando que qué gran idea hubiese sido la de ir juntos», reflexionó.

En la situación actual, añadió, el PP no puede ofrecerse para facilitar el Gobierno que se está diseñando. «Sánchez es un problema para España y nunca queda bien en una receta cuando mezclas el problema con la solución. Sánchez es el de más poco fiar que hemos tenido en el PSOE durante la democracia», aseguró.

En contraposición, aludió a Alfonso Fernández Mañueco como una referencia de cómo hay que hacer los acuerdos. «Aquí se puede enseñar el papel de lo acordado con orgullo y satisfacción. Lo que hace Sánchez es avergonzarnos a todos y pactar lo que no se puede pactar», vaticinó antes de expresar su deseo «de que esa historia tenga un final distinto al que algunos auguran. Sánchez ha cerrado un acuerdo con un presidente que es prófugo y con otro cuyo presidente ya está encarcelado».