León clama contra el cierre del Emperador, «una vergüenza para la cultura de este país»

La concentración ha llegado de la mano de la Asociación Amigos de los Teatros Históricos de España -Amithe-, que desde Madrid han acudido a la lucha por rescatar del olvido este inmueble cuyos pasillos y palcos respiraban cultura.

Este referente de las artes escénicas y cinematográficas, que atrajo a León a compañías de enorme prestigio solo guiadas por la fama de su interior, ha resucitado de la mano de Amithe y decenas de personas vinculadas al mundo del teatro y la gestión cultural que exigen ahora al Gobierno de España, a la Junta de Castilla y León y al Ayuntamiento de León que se vuelva a abrir su telón.

Javier Galiacho ha puesto voz al manifiesto firmado por actores como José Luis Gómez, Carlos Hipólito o Manolo Galiana que han decidido apoyar la reapertura de «uno de los escenarios más señoriales de España».

El modelo que se plantea para la vuelta a la actividad del Emperador es convertirlo en un espacio cultural para cine, teatro, ópera o ballet, siguiendo la exitosa experiencia del Teatro-Circo de Albacete. Además, el regreso del Emperador no sería incompatible con el Auditorio Ciudad de León, sino que podría tener una programación complementaria. «Me decía Carlos Hipólito, que vino a representar una obra al auditorio, que ojalá pudiera haberla hecho en el Emperador», exponía el presidente de Amithe.

La asociación descarta el proyecto presentado por el Ayuntamiento de León, que pretende convertir este espacio en algo similar a Matadero Madrid. «El Matadero es otra cosa distinta, un antiguo matadero rehabilitado en salas. En este espacio, cuando se rehabilite, se puede dar teatro, ópera o conciertos».

Para financiar los tres millones de euros que estiman necesarios para la puesta a punto del edificio, Amithe exige que sean todas las administraciones las que se involucren en ello. «No hay ciudad española con un teatro como el Emperador que no haya sido rehabilitado entre el Estado, la comunidad y el Ayuntamiento». Por ello llamaban a la Junta de Castilla y León a implicarse, a través del Programa de Rehabilitación de Teatros, para que el Emperador «levante el telón, porque un telón echado es una ciudad más pobre».

Y como última reflexión, Javier Galiacho exponía que el cierre durante 16 años de este espacio es «una auténtica vergüenza para la cultura del país».