Sorteo Extraordinario de Navidad

León busca la suerte del último día

Últimas horas para hacerse con uno de los números afortunados del Sorteo Extraordinario de Navidad. Algunos no han querido esperar a la víspera y han acabado de rematar sus cartillas para completar la colección con la que intentarán invocar a la suerte el 22 de diciembre.

En León las ventas han sido «buenas, como siempre» en el sorteo más tradicional y donde más gente juega. En la administración de Villa Benavente quedan libres «menos décimos que otras veces» lo que indica que se han repartido más cupones. En Santa Clara han destacado lo «imprevisible» de la afluencia con un «empujón final» que este jueves será aún más notorio.

Concha Fernández y Maika Pinto son las loteras de uno de los despachos más populares de la ciudad, junto a la Inmaculada. Por allí han pasado clientes pidiendo «mucho cinco y mucho siete» aunque señalan que tienen «las mismas posibilidades» que el resto. También se reclaman fechas de nacimiento, el día de la pedida de mano o de las elecciones. Dolores, en el esquinazo con República Argentina, se ha visto sorprendida por las peticiones de «doses y ochos» y confía en que estas horas finales cuenten con «los clientes del última hora y del me falta este» para completar su venta.

Y los clientes ya afinan su puntería en busca de apurar sus opciones para recibir alguno de los décimos agraciados en el Sorteo Extraordinario de Navidad.

A pocas horas de que los niños de San Ildefonso empiecen a cantar, la gente hacía cola a la espera de llevarse el décimo del Gordo a última hora.

Maripaz había perdido la cuenta de los décimos que llevaba y aún acudía a por un cero aprovechando una visita al centro. «Yo no calculo cuánto gasto. Cojo más o menos donde siempre y los de siempre». Rosa confesaba que tenía «cinco décimos» y recogía un tres, uno de sus favoritos y qu le faltaba; con el premio quiere ayudar a sus hijos.

Diferente destino tendrá el Gordo que espera recoger Yoli. Lleva a su hija en brazos y el año de su nacimiento, el 2021, es el número que juega. «Llevamos varios décimos y esperando que nos toque. Compraremos una casa, que según están las cosas», explica mientras aguarda el décimo del último momento. Por su parte Jerónimo repartirá lo que le toque con sus hijos y cinco nietos. «Juego todos los números y con la misma ilusión de que me toque todos los años.

Y, como bien se sabe, a falta de premio siempre quedará la salud, el consuelo de la inmensa mayoría cuando acaben de salir los números de los bombos.

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