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La mediática nueva película de Barbie trató de convertir el color rosa en una actitud; en mostrar que no hay límites cuando te vistes con confianza y te esfuerzas en lograr tus sueños; y descubrió que la diversión está en todas partes y solo se necesita buscarla y disfrutarla.
Arrasó en los cines cambiando todos los prejuicios sobre una muñeca que hacía a las niñas más niñas y que acabó demostrando que las princesas también pueden ser valientes, inteligentes y luchar por lo que creen.
El mensaje que quiso dejar Barbie con su película lo engendran en León dos jóvenes que han roto con estereotipos para apostar como mujeres en un mundo de Ken. Carla Cabezas, estudiante de 4º de ESO en el Colegio Leonés, y Teresa Martínez, estudiante de la Universidad de León, destinan buena parte de su día a día a promover las disciplinas STEM -Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas -en inglés-- para demostrar que tanto Barbie como ellas pueden ser cualquier cosa.
Ambas han logrado el 'accésit', en sus respectivas categorías de secundaria y universidad, en los Stem Talent Girl Awards, un programa de mentorización para el impulso de vocaciones científicas y tecnológicas entre las jóvenes y paliar así la brecha de género en el sector.
Carla llegó a este programa guiada por su madre. También aquí hay un reflejo en la película 'Barbie', cuando una madre plantea que muchas veces se quedan quietas para que sus hijas puedan mirar atrás y ver lo lejos que han llegado. Encontraron en Internet la web de Stem Talent Girl y se apuntó. De ahí llegó al concurso en el que participó mandando un vídeo y explicando diferentes actividades y enseñando el boletín de notas.
Esta adolescente del Colegio Leonés suma a su currículo el nivel C-1 de inglés y el A-1 de alemán, con solo 15 años; también ha participado en programas del Fab Lab -fabricación digital- y fue embajadora de un proyecto europeo llamado 'She makes' que se presentó en Portugal. «La ciencia es lo que más me llama, me entretiene bastante y me parece más fácil que las otras asignaturas», explica. Entre sus preferidas están las clases de matemáticas, física o química y sabe que en la universidad tirará por alguna ingeniería.
La estudiante del Colegio Leonés ya piensa en tener un trabajo enfocado a las disciplinas STEM y, a pesar de su corta edad, pide que entre todas hagan fuerza para «influenciar a las niñas más pequeñas y que en un futuro se dediquen a esto». Por ello las invita a que se apunten porque a ella le ha «ayudado bastante» para decidir qué quiere estudiar y a qué se quiere dedicar. «Tengo más claro lo que quiero. Conozco a gente que trabaja en estas áreas y me he hecho una idea de qué quiero hacer en el futuro».
Su día a día se divide entre el colegio y las tareas que le encomiendan los seminarios de Stem Talent. Por las mañanas va a Jesús Maestro y por la tarde estudia y hace las actividades, aunque hay 'máster class' para las que no tiene tiempo y las ejecuta durante el fin de semana.
Carla ahora ve futuro en León e insiste en usar este tipo de programas «desconocidos para la gente» y que abren las puertas a un futuro «en el que tendrán mucho impacto» en diferntes ámbitos laborales, por lo que invita a las jóvenes como ella a implicarse en este terreno de la ciencia.
Teresa ya es toda una veterana en este programa que, reconoce, busca una solución a la infrarrepresentación de las mujeres en las categorías STEM y dar a conocer salidas y carreras y el fomento de las ingenierías desde las aulas. Como diría Barbie: que las chicas no tengan miedo a brillar porque pueden ser estrellas de su propia historia.
Su colaboración activa con Stem Talent le ha servido para que se la reconozca. En el colegio ya animaba a sus compañeras y contaba sus experiencias para que se apuntaran. Ahora estudia Derecho y Administración de Empresas, dos áreas que parece que poco tienen que ver con estas disciplinas, pero ella, al igual que la protagonista de la película, quiere ser la que imagine y no la idea. Todo empezó en una máster class de una mujer con la que se sintió «muy identificada» porque sentía que tenía que estudiar ciencias y vincularse a la biología. «Yo quería medicina, pero me di cuenta de que podía aportar a la ciencia desde diferentes áreas y estudié Derecho. Sigo en Stem porque pienso que, a pesar de ser sociales, también está influenciado por la ciencia. El futuro está vinculado con ello», afirma.
Recuerda los años de bachiller como «peor que la carrera» y veía como mujeres sacrificaban planes por estudiar, pero ahora las ve que han llegado muy lejos y que «su esfuerzo merece la pena», explica dirigiéndose a Carla. «En días de desmotivación ves a mujeres que con esfuerzo y constancia han llegado tan lejos y te motiva un montón». Como ejemplo pone a Sara, anterior coordinadora del programa Stem Talent, que trabaja en Incibe. «Nos decía que este programa serviría para quitar prejuicios sobre la ciencia; es ingeniera y te la imaginas en casa sin hablar con nadie y no tiene nada que ver con eso».
Esta universitaria leonesa hace pedagogía entre las jóvenes, a quienes explica que se puede «abrir la mente y no estar cerrado a ningún tipo de conocimiento», a pesar de que existan carreras que parezcan con poca salida. «Antes estudiabas y tenías trabajo; ahora hay gente con idiomas y másters y están en paro, por lo que todo aprendizaje siempre será útil y bienvenido».
Teresa va a la universidad por las tardes, pero se levanta temprano para ir al gimnasio, estudiar y asistir a las máster class del programa. «Está bien hacerlas en tiempo real, pero por tiempo muchas veces lo dejo para la noche o el fin de semana». E invita a Carla a seguir en esta línea porque «aunque parezca que no hay tiempo, al final tienes 24 horas. Si quieres y puedes, sacas tiempo y eso es conocimiento que te va a venir bien. Es el empujón que yo necesité para seguir».
Sobre el futuro de León, reconoce el problema de «no saber venderse y dar a conocer sus posibilidades». Para ello tiene una Escuela de Ingenierías «que nada tiene que envidiar a otras», y tiene empresas vinculadas a la innovación, «pero hay que darlas a conocer porque si no la gente no se queda aquí».
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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