León alcanza el peor saldo natural del histórico salvo el año de pandemia

La curva demográfica de la provincia ha pasado de ser una campana a un auténtico cono que se ensancha según avanza la edad.

León sufrió en 2022 las peores cifras de la serie histórica en su saldo natural, salvo la excepción del año 2020 y los estragos que causó la covid-19. Nacieron menos niños que nunca y murió más gente que nunca. El registro, en datos, es el siguiente: 2.159 recién nacidos y 6.651 fallecidos, otro golpe de 4.500 vecinos menos para la provincia.

El saldo natural lleva siendo negativo desde el año 1986, en el que nacieron 5.203 leoneses por los 4.949 que fallecieron.

Y la evidencia se hace fuerte ya que la situación irá a peor. Los leoneses han mejorado su esperanza de vida hasta los 80,4 años -hombres- y 86,1 años -mujeres-, lo que significa que de media viven seis años más que a finales del siglo pasado.

Con una sociedad que vive más años, la curva de población registra ya que tres de cada diez vecinos superan los 65 años.

En cuanto a nacimientos, la provincia registra su mínimo histórico. El problema es mayor si echamos la vista atrás, ya que mientas que en los 70 se superaban los 7.000 partos al año, ahora se alcanzan por poco los 2.000, lo que supone la mitad que en los años 90. Solo en los años del 'cheque bebé' -mediados de los 2000- repuntó la natalidad y abandonó la línea descendente de las últimas décadas.

En cuanto a la mortalidad el envejecimiento causa un incremento de los decesos registrados cada año. Si en 1971 morían 4.756 leoneses, en 2022 lo han hecho 6.651, un tercio más.