León se aferra a su índice de reproducción de 0,73 muy próximo al del pasado verano

En la provincia de León el índice se mantiene ahora en 0.73 si bien el mismo se ve superado en áreas como la propia capital o supera al de zonas de áreas de montaña.

Con ese dato en los registros médicos se garantiza la trazabilidad de la enfermedad, se asegura que los casos no se multiplicarán un paciente infectado no contagia ni siquiera a otra persona debido a periodos de confinamiento y se precisan más positivos para alcanzar a un nuevo individuo en el que el Coronavirus SARS-CoV-2 pueda hospedarse.

Si ese dato se mantiene inalterable, lo que supone un índice idéntico al que se manejaba durante el verano, las cifras de casos, presión asistencial e incidencia descenderá de forma contundente en cuestión de días.

Todo ello sucede en la antesala de la Navidad, un periodo en el que de 'reabrirse' de nuevo las puertas las consecuencias podría ser una 'tercera ola' con efectos terribles en los aspectos sanitarios y económicos.

La Junta mantiene en esa línea un análisis de las diferentes propuestas del propio Ministerio de Sanidad y de las diferentes comunidades se trasladará a la próxima semana. Las limitaciones posibles se mueven en un amplio abanico que contempla posibles concentraciones familiares, o en celebraciones de empresas, aforos a eventos deportivos, mercadillos, cabalgata, visita a belenes... mayor o menor apertura de la hostelería, movilidad y, en particular, mayor horizonte horario en el toque de queda.

Cada comunidad presenta sus alegaciones a un borrador del Gobierno central que, recoge en su plan, el no celebrar reuniones de más de seis personas y ampliar hasta la 1:00 la movilidad nocturna en Nochevieja y Navidad.

Castilla y León se encuentra entre las más precavidas y se muestra favorable a alguna flexibilización de las actuales medidas pero muy moderada. Su línea de limitaciones está en los seis comensales como máximo, en la retransmisión de eventos deportivos por televisión y su celebración sin público, en evitar en definitiva las concentraciones en visitas a belenes o mercadillos.

Incluso, tiene una baja inclinación a modificar el toque de queda en fechas tan señaladas como Nochebuena o Nochevieja; pero, sobre todo, defiende el consenso, que las medidas sean comunes a toda España y, en particular, las de movilidad de estudiantes. Apoya mantener su cierre perimetral en Navidad, valorando los casos de las provincias con mejores datos y defiende que no se permita la asistencia a las campanadas de Fin de Año.

Partidaria de una baja flexibilización de las restricciones, de una permisibilidad muy limitada; pero abierta al acuerdo. Y es que la comunidad, aunque ha mejorado sus datos, sigue en cabeza del país como autonomía con mayor incidencia.