La lectura de los Decreta proclama de forma telemática que «León no ha muerto» y recuerda el hito de la cuna del parlamentarismo

Cada uno de los intervinientes aportó una grabación realizada en su domicilio, con la lectura de parte del texto medieval, y con el conjunto de las intervenciones se ha elaborado el vídeo, presentado por Juan Pedro Aparicio, uno de los promotores de la agrupación Amigos de los Decreta.

Para Aparicio, el texto de los Decreta, firmado por Alfonso IX en 1.188, cuando este era casi un niño, ha sido luz para el mundo «nacida en la edad oscura por antonomasia, una edad de siervos y señores, de privilegios para unos y ausencia de derechos para otros».

Recuerda Aparicio que en aquel contexto, el rey convocó por primera vez en la historia del mundo a nobles, clero y representantes del pueblo llano, de ciudades como León, Oviedo, Zamora, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Astorga, Benavente, Toro y Ledesma. De aquella asamblea nació una declaración que comprometía a todas las partes: los Decreta de 1188, reconocidos por la Unesco como el embrión que da lugar a los parlamentos modernos.

La lectura cuenta con una veintena de intervenciones más, «en un acto de profunda dimensión cultural, que es una expresión de la sociedad civil, alejada de cualquier vinculación partidista».

Este año, entre los lectores se dio también la voz al alcalde de la ciudad de León, en reconocimiento al inequívoco posicionamiento del Ayuntamiento de la ciudad que demandó el reconocimiento a los leoneses de los mismos derechos que tienen los ciudadanos del resto de España, reclamando que León deje de ser una autonomía gobernada desde otra región.

Entre los intelectuales promotores de la agrupación Amigos de los Decreta, una personalidad que ha estado presente desde el primer día ha sido el académico José María Merino, para quien la lectura de este texto tiene un doble valor: conmemorativo y reivindicativo.

«Puede que haya quien piense que conmemorar con su lectura los Decreta, que fueron el germen del sistema parlamentario en el mundo, tiene un sentido de celebración, el de recordar cada año eso se hizo aquí», afirma.

Pero para el escritor, el valor va mucho más allá: «Hay que conmemorar los Decreta para que esa memoria poderosa, excelsa, única, sirva de apoyo sentimental, moral, social y político al León de hoy, este León que fue una de las más seguras raíces de España y que en este momento histórico se encuentra deteriorado y encaminado a lo que parece una ruina definitiva».

«Conmemoramos los Decreta para proclamar que León no ha muerto, que sigue existiendo, y que debe recuperar su personalidad diferenciada, esa que figura simbólicamente en el escudo de la nación española. Conmemoramos los Decreta para demostrar que tenemos suficiente patrimonio histórico como para reclamar una autonomía diferenciada en la España democrática y constitucional», recalca José María Merino.

Este año, ante la imposibilidad de hacer la lectura delante de la Real Colegiata de San Isidoro, donde se celebró la primera reunión de la Curia con representación popular, los Amigos de los Decreta optaron por realizar un video, utilizando grabaciones con dispositivos móviles.

Finalmente, se compuso una «lectura» videográfica que se inicia con el escudo de España, en cuyo cuartel superior derecho está la representación de León, y con la canción popular «todos somos de León», para cerrarlo –tras las lecturas- con una interpretación espontánea del himno leonés, por asistentes a la manifestación multitudinaria del pasado 16 de febrero.