Los dos brotes de coronavirus declarados en dos residencias de la provincia de León, alcanzando más de un centenar de personas contagiadas entre usuarios y trabajadores, encendía las alarmas de extremar la precaución a pesar de que las primeras dosis de la vacuna de Pfizer ... ya habían sido suministradas en esos centros.
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El presidente de la Junta de Castilla y León cree que esta situación es un «claro ejemplo» de que no se debe bajar la guardia y hay que mantener las medidas sanitarias a pesar de haber recibido la vacuna.
Fernández Mañueco ha recordado que hasta que no se recibe la segunda dosis no se alcanza la inmunidad, y en algunos casos ni tan siquiera así. «Hay que hacer un esfuerzo de precaución y hay que darse la mayor agilidad en ponerse la vacuna», sostenía el mandatario autonómico.
El dirigente señalaba que la comunidad es la cuarta en vacunación por dosis recibidas y la segunda que mayor porcentaje de población ha vacunado.
«Ya hemos incrementado el ritmo de vacunación. Necesitamos agilidad y certidumbre por parte del Gobierno para saber cuántas vacunas vamos a recibir», exigía el presidente autonómico.
En caso de un incremento notable de la llegada de vacunas, tras la incorporación de Moderna a la entrega de dosis, la Junta utilizaría «todos los recursos a nuestro alcance» para aumentar el ritmo.
Los plazos marcados por Sanidad son terminar el proceso de vacunación en residencias esta semana e iniciar de forma inmediata el suministro de dosis en el sector sanitario.
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