Aprovechando la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el consejero Suárez-Quiñones ha presentado las actuaciones que está llevando a cabo la Junta en materia de restauración de espacios forestales degradados.
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«Desde su creación en 1983, la Comunidad ha mantenido ... una intensa labor repobladora, con la plantación de más de 700 millones de árboles: 300 árboles por cada ciudadano y a una media de ocho árboles por habitante y año; la Junta ha repoblado una media de más de 12.000 hectáreas cada año, próxima a las 60.000 hectáreas por quinquenio», ha explicado el Suárez-Quiñones.
El consejero ha alabado las labores de la Junta en la concienciación y reflexión sobre el medio ambiente en una Comunidad que «es uno de los núcleos más importantes de patrimonio natural de Europa» donde el 18 por ciento del territorio está catalogado como Red Natura 2000.
Por ello para Quiñones pide hacer una «reflexión y análisis» sobre el medio ambiente y abogó por encontrar «un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de la naturaleza».
La Junta ha sacado una línea de inversión directa en montes de utilidad pública que acaba de comenzar a ejecutarse y se han seleccionado inicialmente mediante los criterios objetivos que prevé el Programa de Desarrollo Rural cinco proyectos de los que cuatro corresponden a León (grandes incendios de Palaciosmil en 2015, Castrocontrigo en 2012, Bárcena de la Abadía en 2016 y Encinedo en 2017) y uno a Ávila (incendio de Gavilanes y Pedro Bernardo de 2019). Los importes de cada proyecto oscilan entre los 500.000 y los 700.000 euros.
A través de estos cinco proyectos se va a actuar en 10 montes de utilidad pública mediante recuperación de la cubierta vegetal en 923 hectáreas, en donde se van a plantar algo más de 1,5 millones de plantas de 16 especies autóctonas, entre coníferas (pino silvestre, pino resinero y pino laricio) y frondosas (abedul, serbal, roble, rebollo, arce, acebo, fresno, cerezo, castaño, sauce), además de intervenir en la reparación de infraestructuras y la adecuación de cortafuegos y nuevos puntos de agua.
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Castilla y León tiene en estos momentos dos millones de hectáreas desarboladas, unas zonas en las que «hay que actuar» porque «es donde se encuentra la ganadería extensiva», destacando que «se ha hecho una importante actuación con ayudas a los desbroces y actividad», lo que ha permitido «mejorar su productividad».
En este sentido, Quiñones apuntó que estas políticas «requieren de un paso más firme en Castilla y León», que ha mantenido «una política muy importante de repoblación» que ha permitido repoblar a lo largo de la historia medio millón de hectáreas, lo que supone más de 700 millones de árboles, o lo que es lo mismo «una cuarta parte del objetivo europeo hasta el año 2030».
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«La repoblación conlleva la mejora de las especies ligadas, como el lobo, el oso o el buitre imperial», destacó Quiñones, quien aprovechó esta circunstancia para pedir a las administraciones «respeto a todo este bagaje y experiencia» también para «el control y gestión del lobo».
Por último, Suárez-Quiñones ha agradecido y reconocido el trabajo de técnicos, agentes medioambientales y personal de la Consejería, así como a gran número de profesionales, de múltiples empresas, que día a día trabajan para restaurar nuestros ecosistemas.
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