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A. CUBILLAS
Sábado, 5 de mayo 2018
Un gran político, un buen conversador, un fantástico consejero, un gran amigo pero ante todo una gran persona. Apasionado, tenaz, vitalista, luchador, cercano, intuitivo, justo pero ante todo único. Así era Juan Morano y así le ha querido recordar sus amigos.
Muchas, muchísimas han ... sido las personas que en la tarde de este sábado se acercaban hasta el tanatorio de Serfunle para despedirse de Morano que fallecía de madrugada tras permanecer en estado crítico durante los últimos como consecuencia de un cáncer.
Entre ellos, muchos rostros de la familia política que Morano fue tejiendo a lo largo de los años y que en esta jornada han querido acompañar a su mujer e hijos y darle el último adiós a un político de principios e inquebrantable.
Entre ellos, Antonio Silván, alcalde de León, visiblemente afectado por la pérdida de un «amigo muy querido» y una persona que, confesó, ha dejado huella en todos los que conocía y en la ciudad que tanto amó «y que seguirá amando».
Silván recordó que Morano ha sido un referente político y un gran alcalde de León, un hombre «luchador, tenaz, justo, buen conversador, fantástico consejero». Un hombre, continuó, que sabía que se acercaba el final pero siempre supo trasladar un mensaje de tranquilidad, de paz, sosiego a los que le rodeaban.
«Juan fue un grandísimo alcalde que abrió el despacho a todos, un hombre que se supo ganar el cariño de todos los leoneses, que ha sido querido por muchos pero respetado por todos, incluso por sus adversario», señaló Silván, que además recordó la figura de Juan como marido, padre y abuelo.
Un adiós en el que no faltó también exalcalde Mario Amilivia, su pupilo, el mismo que, según recordaba este sábado a las puertas den tanatorio, le hizo entrega de su primer bastón de mando. «Mu primer cargo público fue con él como teniente acalde. Posteriormente le sucedí y en ese momento le entregué mi primer bastón de mando porque Juan había sido un referente para mí».
Un hombre, continuó Amilivia, que cambió los usos políticos, que supo entender a la perfección León y a los leones a los que tanto quiso. «Políticamente fue una persona con gran intuición, carisma y un carácter apasionado que lo trasladó a todo lo que hizo, especialmente a su León que tanto quiso. Hoy León tiene que estar triste al igual que los que hemos sido y seremos siempre sus amigos».
Un hombre que supo ser amigo, compañero y rival a la vez. Bien lo sabe el leonesista José María Rodríguez de Francisco, que hoy recordaba al que fue su mentor como un gran político pero ante todo una ser humano fantástico.
«Juan era capaz de todo. Yo le debo mucho, León le debe mucho, es un gran personaje. Fue una gran persona, un gran político y, sobre todo, un ser humano con mucha fuerza. Tengo mejor recuerdo de él, no hay nada de él que me remita un pensamiento negativo», señaló De Francisco, que recalcó la soberbia «histórica» con la que gestionó el Ayuntamiento de León.
Emoción y cariño en cada una de las palabras para recordar a un hombre que estará ligado a la historia del León por el que luchó, defendió, trabajó y amó. El mismo León que hoy llora la muerte del alcalde, del político que nunca se dejó doblegar por un partido para defender al León que, según repetía, se lo dio todo.
Una jornada en la que también se acercó hasta el tanatorio algunos de los que acompañero a Morano al frente del Ayuntamiento, el senador popular Jaime Lobo, el expresidente de Feve Ángel Villalba o el líder del PSOE leonés, Javier Cendón.
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