Los jóvenes de León vuelven a salir a la calle para lanzar un S O S por el planeta. Alrededor de una veintena de personas se ha dado cita frente a la catedral para volver a dar voz a una reivindicación climática que por ... la pandemia y la crisis económica y social que ha generado, ha quedado, según los convocantes, «al margen de la agenda política».
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La sentada simbólica, organizada por Juventud x el Clima, Ecologistas en Acción y Familias por el Clima y con el apoyo de colectivos feministas, ha llamado la atención de curiosos entre los que se encentraban varios grupos de niños que terminaban la jornada escolar y se hacían eco de las reivindicaciones de los convocantes.
Al grito de 'es una emergencia, lo dice la ciencia' o con el ya lema de una generación 'sin planeta no hay futuro', los jóvenes por el clima de León vuelven a realizar una sentada tres meses después de su última acción, reivindicaciones que han tenido que adaptar a las nuevas circunstancias sanitarias garantizando el uso de mascarillas y la distancia entre los asistentes.
Carlos Antonio Cuenya, portavoz de la plataforma, señala que «la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias tiene que seguir porque es algo universal, que nos afecta a todos y que ya no tiene marcha atrás».
Entre sus principales reivindicaciones, exigir a los políticos no solo que cumplan los acuerdos internacionales a este respecto, sino que «se amplíen y se continúe presionando a aquellos estados que no cumplen».
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A nivel estatal, Cuenya pone el foco en la necesidad de aprovechar los recursos de España «únicos en Europa» para generar energías limpias y renovables. «España tiene un gran potencial de recursos naturales como el sol y sin embargo sigue prefiriendo importan energías no renovables y contaminantes de otros países», denuncia, y se muestra tajante: «No es cuestión de política, es cuestión de vida o muerte y la crisis de recursos que ya estamos viendo con el agua en África es solo el inicio de las consecuencias que el cambio climático tendrá en los años futuros».
Con este acto simbólico los jóvenes quieren hacer una llamada a la acción a las administraciones para que comiencen a tomar las medidas oportunas para suavizar, que no frenar porque ya es innevitable, el cambio climático, y alertan: de no empezar de inmediato a revertir los ataques al planeta, el futuro de toda una generación se verá gravemente amenazado por una crisis de recursos sin precedentes.
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