Jesús López defiende la pulcritud de los procedimientos en la Diputación

En su testifical ha asegurado que durante ese periodo las facturas que se despachaban en su servicio, compuesto por una treintena de funcionarios, superaban las 11.000 por ejercicio. Al mismo tiempo ha admitido que todas eran objeto de un meticuloso tratamiento si bien ha incidido en que en no pocas ocasiones las diferentes áreas de la institución realizaban cargos sin la correspondiente consignación presupuestaria.

Declara el testigo todo el procedimiento de pago y lo meticuloso del mismo. No había, según su relato, capacidad alguna de alterar esos procesos o de favoritismos en los mismos.

«Las facturas de publicidad de los medios de comunicación seguían el mismo cauce e idéntico procedimiento que las facturas de Madiva objeto de análisis en este procedimiento», ha remarcado.

«Ni Marcos Martínez ni nadie me dejó ver interés alguno en San Isidro», ha asegurado, si bien ha reconocido que él tenía intereses en la zona al contar con unos apartamentos en el edificio Toneo en la zona.

De ahí que, como ha relatado, al ser objeto de una denuncia penal tras un concurso público pidiera que se le eximiera de participar en cualquier procedimiento vinculado a la estación invernal, como así fue.

«Nunca intervine en las propuestas de expedientes para las cafeterías. No tuve participación, en absoluto, en nada de eso», además de recordar que el expediente citado «nunca» estuvo en intervención.

Si ha asegurado sin embargo que tuvo un encuentro con Marcos Martínez y Alejandro de Pedro. Ha recordado que le mandaron subir al despacho del presidente para que hablara sobre la disposición de crédito para posibles actuación en San Isidro. En ese encuentro Jesús López asegura que lo que se le pedía era conocer el conocer el crédito disponible para acometer ese proyecto, pero no se avanzó pese a la insistencia de De Pedro por la falta de presupuesto en la institución.