El intenso frío satura los albergues de León, que refuerzan sus protocolos para atender a todos los sintecho

El centro de acogida ‘Calor y Café’ presenta una ocupación total desde hace tres meses. “No hay una cama libre”, aseguran desde la Fundación de San Vicente de Paúl, que sin embargo, advierten que el frío no está detrás de esta ocupación. “A pesar de hablar de recuperación, la demanda crece”.

Tanto que, según reconocen, han sido varios los días desde el pasado mes de diciembre en los que se han visto obligados a dejar a gente en la calle. Concretamente, durante el 2017 dieron alojamiento a 235 usuarios, contabilizándose en total 4.937 estancias, con una media de ocupación del 80%.

En su mayoría eran de nacionalidad española aunque fueron 51 los extranjeros que se alojaron, destacando la presencia de portugueses (16), marroquís (9) y rumanos (6). Por edad, destacan los usuarios de entre 30 y 45 años, que representan el 33% de usuarios, seguidos de los de entre 55 a 65 años, con un tiempo medio de estancia de 21 días.

Un espacio que cuenta con 20 camas, 16 destinadas a hombres y cuatro a mujeres, a lo que se suman dos camas supletorias que se activan en caso de emergencia y que, durante este invierno, se han utilizado la práctica totalidad de los días. “No da más de sí el centro”, lamentan desde la Fundación.

Se trata de un espacio dirigido a aquellas personas que viven en la calle y que busca proteger y mejorar su calidad de vida. En paralelo, la Fundación cuenta con la ‘Casa hogar San Vicente de Paúl’, un centro que promueve la reinserción social y laboral de los usuarios.

Para ello, se disponen de 13 camas que fueron ocupadas durante el 2017 por 20 usuarios diferentes, contabilizándose un total de 3.504 estancias y una media de ocupación del 88%, en su mayoría de entre 30 a 65 años. A diferencia de ‘Calor y Café’, este centro no tiene un tiempo mínimo ni máximo de estancia dado que depende del plan de intervención individualizado que se lleva a cada usuario. Hoy por hoy, su ocupación también es del 100%.

Servicios que se complementan con el programa de ‘emergencia social’, que cubre las necesidades básicas y que durante el año anterior atendió a 142 familias, y con el Centro de Día Concepción Arenal, gestionado por la Fundación Alimerka.

Dada la creciente demanda, el centro ya en 2015 acordó su apertura por la tarde. Además, coincidiendo con esta época invernal se ha acordado su apertura varios sábados y domingos por las tardes. “No pueden estar en la calle con este frío”.

La Fundación Cauce es otra de las alternativas que pueden encontrar los transeúntes de León. En la actualidad cuentan con un piso con cinco pisos destinada a personas sin recursos que siempre presenta una ocupación del 100%.

Un ‘cobijo’ que ofrecen por un periodo de seis meses que puede prorrogar al año, tras una valoración previa que determine que aún siguen pendientes de cobrar la correspondiente prestación.

Asimismo, si antes de esos seis meses los usuarios encuentran trabajo se les abona el pago correspondiente a un mes para alquilar una habitación. Durante el 2018 fueron 17 las personas que pasaron por este piso y, al igual que desde la Fundación San Vicente de Paúl, alertan de un aumento de la afluencia.

El pasado 31 de diciembre Cáritas abrió en León un piso con tres plazas, actualmente ocupadas. Sin embargo, su objetivo va más allá.

Ante la cronificación de la pobreza que se está contando en los últimos años, la organización apuesta por ir más allá de ofrecer un refugio y, tras su paso por la casa de acogida, se les ofrece un formación laboral que se traduzca en la reinserción en la sociedad.

De ahí que no tengan un tiempo máximo de estancia. “Queremos que cuando salgan del piso tengan la oportunidad de valerse por sí mismos, que recuperen su vida”, señalan desde Cáritas, que no descarta ampliar el número de plazas, que siempre se encuentra completo.

Asimismo, Cáritas en la actualidad atiende a 37 personas a las que se les paga el alquiler, que complementa con un amplio abanico de programas de ayuda, para que puedan empezar el camino hacia su recuperación.

Por su parte, Cruz Roja durante estos días intensifica su actuación en las calles, incrementado las mantas y ropa de abrigo que reparten entre los indigentes que optan por dormir en las calles de la capital. “Durante estos meses solemos llevar sacos de dormir, esterillas, guantes o gorros para disminuir los efectos de la gélida noche”.

De media atienden entre 20 y 25 personas que optan por dormir en la calle a pesar de que los técnicos de la Cruz Roja les orientan para resguardarse en cualquier de los albergues de la red que cuenta la capital leonesa.

El último eslabón de la red es el Hogar del Transeúnte, de titular municipal, que cuenta con 21 plazas. Sin embargo y a diferencia del resto de casas de acogida, su ocupación apenas supera el 50%. Así en noviembre fueron 55 personas las que pasaron por el centro (37,7%), en diciembre 70 (50,38%) y en enero 60 (38,10%).

Una línea similar a la del año anterior, según remarcan desde el Ayuntamiento, que durante los días más fríos intenta intensificar la entrega de mantas y ropa de abrigo. En cualquier caso, entienden que existen una plena organización con el resto de entidades que permite cubrir todas las necesidades de los que vecinos leoneses que viven en la calle. Eso sí, siempre que se muestren receptivos a recibir esa ayuda.