Bienvenido al barrio, Bernardo

Y es que casi cuatro meses sin Bernardo en la vida del barrio, ha empujado a la asociación de vecinos 'El carrusel' a preparar esta sorpresa que para él «ha sido lo más grande».

«Me ha emocionado muchísimo y quiero darles las gracias porque lo que he pasado ha sido muy duro». Menos el último mes y medio de ingreso hospitalario, Bernardo ha vivido la soledad que implica esta enfermedad de la covid-19.

Este hombre de 70 años, ingresaba en la UCI el pasado 28 de marzo, donde estuvo durante 22 días intubado y sedado. «No se lo deseo a nadie, han sido muy malos momentos», explica Bernardo, quien admite que él «gracias a Dios, he salido, pero son más lo que no lo hacen que los que sí». Por eso, quiere hacer un llamamiento a la responsabilidad: «hay que tener mucho cuidado, que no sean valientes, que esto no es una broma y hay que hacer caso a las autoridades».

Ahora, se recupera en casa de una enfermedad que le ha hecho perder fuerza y movilidad y por la que tiene que tomar una pastilla diaria por las secuelas que el coronavirus ha dejado en sus pulmones. Un hombre sin achaques previos, que se encontraba perfectamente, pero que ahora siente que va a tardar en recuperarse. «Noto el cansancio y tengo que ir con andador. No tienes fuerza porque son muchos días en la cama, aunque últimamente ya me podía levantar. Son muchos días». A pesar de las dificultades, Bernardo se siente «feliz» de estar en su casa y «sentarme donde me apetece y comer lo que me apetece».

Su mujer, Mari relata cómo Bernardo pasó de estar en aislamiento domiciliario con «unas décimas de fiebre y dolor en las piernas, a respirar mal en cuestión de 48 horas». Fue entonces cuando ya ingresó prácticamente directo a la UCI donde estuvo hasta el 22 de mayo y ya pudo pasar a planta. «La única palabra que escuchaba de los médicos durante esos días era que el estado era crítico», recuerda Mari, quien ya en la etapa final del ingreso de Bernardo podía acudir a hacerle compañía. «El doctor me llamó para que subiese porque le veía muy deprimido».

Una historia que, aunque ha tardado en llegar a la parte final, ha acabado de la mejor manera. En casa, juntos, con el cariño de sus vecinos, y con el sentimiento de que, a pesar de tanto tiempo y los malos momentos, todo ha pasado.