Una población más «sensible» ante posibles alertas de incendio ha generado que las 'falsas alarmas' se disparen. Malas combustiones en chimeneas, llamadas de vecinos y «pánico» a las llamas han generado que el Parque de Bomberos de León reciba muchas más llamadas en alerta de ... lo que están acostumbrados.
Publicidad
Son pocos los minutos de actuación que el cuerpo de bomberos tiene a su disposición tras el aviso del 112. Minutos en los que un protocolo comienza a llevarse a cabo dependiendo de la incidencia. Las llamadas, que entran directamente al centro de comunicaciones, son analizadas y entonces es cuando, a través de la megafonía del parque, se comunica la incidencia de la que se trata para comenzar el protocolo.
Una activación de salida en la que todo el cuerpo conoce cómo debe actuar y quién tiene que acudir. El tiempo, si no hay ninguna información que analizar en el cuerpo de guardia porque es «clara», suele ser aproximadamente de «dos minutos o menos», según explica el jefe del cuerpo de bomberos de León, Omar Álvarez. Un tiempo clave para poder solventar un pequeño incidente y que no se complique. «Todo el mundo deja lo que tiene que hacer, da igual que estén en el gimnasio o que estén haciendo una práctica», indica. Una labor para la que están preparados.
Tras los últimos incendios ocurridos en otras comunidades autónomas son varias las alertas que han llevado a los bomberos a diferentes salidas sobre todo en la capital. «Los vecinos se alertan con más facilidad y es normal», explica. Una situación para la que el protocolo de actuación en incendios de viviendas moviliza a ocho bomberos y dos camiones: un vehículo de autoescala y un vehículo de bomba urbana.
«Ante la duda siempre salimos», explica. Dudas que en ocasiones no se pueden solventar antes de salir, aunque muchas veces, con una segunda llamada del 112 o una inspección visual de la Policía Local se solventan. «El servicio se puede cancelar en tránsito o bien llegados al lugar una vez revisada la incidencia», añade. La rapidez es un factor que «lo cambia todo» ya que «el tiempo es oro».
Publicidad
Son los cuerpos de seguridad en zona los que dan el aviso cuando no es necesaria la actuación del cuerpo de bomberos algo que «no les supone un problema». Su retirada a base implica menos problemática que llegar a tiempo, ya que «un minuto de demora puede generar que un conato se convierta en un incendio generalizado de la vivienda».
En 2022 fueron 33 los casos de 'falsa alarma' que se registraron en las llamadas de incidencias en el Parque de Bomberos de León. Algo que aumentó en más de un 33% en el 2023 llegando a contabilizarse 44 llamadas. El último trimestre del año fue el «peor» llegando a sumar un total de 16 incidencias que se solventaron antes de la actuación de los bomberos.
Publicidad
Pero las llamadas no llegan únicamente avisando del fuego. Los protocolos se establecen tanto para incendios en vivienda, como para accidentes de tráfico. Incendios de mobiliario urbano. Salidas para las que tienen su propio protocolo y material preparado.
Las notificaciones más frecuentes se comunican a través del centro de información 112. «Siempre pedimos a la población que, en caso de emergencia, llamen a ese teléfono», indica Álvarez, algo que «agiliza» el proceso ya que si son varios los implicados que solicitan ayuda, el teléfono no se «satura» y el proceso de actuación es más sencillo al recibir una única notificación. El teléfono 112 realiza una especie de «filtro» que evita un «colapso» en las llamadas. Es entonces cuando la población recibe un aviso de que esa incidencia está siendo atendida por parte de los bomberos.
Publicidad
La mayor problemática de las 'falsas alarmas' se registra en la ocupación del material de servicio, aunque el Parque de Bomberos de León cuenta con capacidad para cubrir dos siniestros simultáneos en diferentes puntos. Con las capacidades «dobladas siempre que los vehículos lo permitan», el cuerpo podría llegar a cubrir dos incendios simultáneos, dos accidentes simultáneos o ambos a la vez. Una posibilidad que permite que «salvo en casos puntuales» las capacidades estén dobladas tanto en personal como en medios.
«Las 'falsas alarmas' muchas veces se quedan en una charla de prevención», explica el jefe de bomberos, algo a lo que se han acostumbrado últimamente ya que los vecinos se alarman con «facilidad» ya que no conocen cómo deben actuar en caso de incendio. «Nos preguntan qué tienen que hacer», indica. Sus charlas de prevención ayudan a que los habitantes de los bloques que se puedan ver afectados se informen de cómo actuar, un proceso de concienciación en lo que hacen gran hincapié ya que en muchas ocasiones «deciden huir por las escaleras y se tienen que quedar encerrados en casa».
Publicidad
Un protocolo que difunden e intentan mediatizar debido a la importancia de saber cómo gestionar una situación de riesgo en la que la mayor parte de la población opta por «huir por instinto».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.