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La nueva vida de Inbiotec ya es una realidad. De la mano de la Junta y Cesefor, el instituto zanja la crisis que le llevó a solicitar su liquidación en 2020.
El sector forestal ha sido el elegido para reflotar este centro de investigación biotecnológico ... al que la Junta dotará con 600.000 euros para su puesta en marcha y que tendrá un 75% de su financiación en el sector privado.
«Nos propusimos reflotar este instituto, muy arraigado en León, con científicos muy preparados y que León no podía perder», señaló el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que acudió a la presentación del nuevo proyecto con el responsable de la Fundación Cesefor, Pablo Sabín; el viceconsejero de Economía, Carlos Martín Tobalina; el viceconsejero de Medio Ambiente, José Ángel Arranz; y el representante de la Diputación de León, Pablo López Presa.
La integración de Imbiotec en Cesefor tiene como reto «dar estabilidad y vida» a esta nueva andadura que se mantendrá «no solo con fondos públicos, también con concursos nacionales e internacionales y privados». Todos esos fondos convertirán a Inbiotec en un «centro de referencia nacional de la biotecnología en el sector forestal», que prestará servicio a la Junta y al sector forestal con carácter público y privado.
Las primeras investigaciones sobre la avispilla y el chancro del castaño ya están en marcha y su papel se verá reforzado para garantizar un proyecto de futuro y el renacer de este instituto. «Inbiotec-Cesefor ya han ganado dos proyectos internacionales y la cosa es financiarse en su especialización, siendo un foco que transmite conocimiento en investigación y que se va a poder poner al servicio de la actividad forestal».
Actualmente, siete personas trabajan en el centro de Inbiotec y esta semana se buscará el perfil de un director. El objetivo de Cesefor en León será crecer y replicar en la provincia su caso de éxito en Soria. «Estamos muy reducidos. Tenemos capacidad para tener más gente y sería ideal duplicar lo que somos. A ver si podemos trabajar estos dos años para incorporar talento y crecer y duplicar lo que somos», analiza el responsable de la fundación, Pablo Sabín.
El polo de anclaje en el sector tecnológico que Inbiotec tenía en la ciudad será la fuente de recursos de esta nueva andadura. La idea es reflotar esta relación que el proceso de liquidación había roto. «Queremos seguir trabajando con el sector pharma, pero abriendo hacia la potencialidad de tranitar hacia un centro de la biotecnología aplicada a los recursos forestales con micología y truficultura, también en el ámbito de la castañicultura».
También se busca un encaje para la participación de la Diputación y la Universidad de León, socios prioritarios de Inbiotec en el pasado, y que se sumarán a otras instituciones que garanticen cercanía y colaboración de futuro.
El nuevo proyecto de Inbiotec-Cesefor arrancará con la financiación de la Junta que permita dotar de carga de trabajo e ir complementando su progreso con proyectos nacionales e internacionales que den viabilidad a la nueva vida del instituto.
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