La imposibilidad de vivir en el Húmedo y la falta de mantenimiento provocará más derrumbes de edificios

El problema del derrumbe de un edificio el pasado viernes en el Barrio Húmedo de León parece ser debido a la falta de mantenimiento y las inclemencias metereológicas. Miguel, arquitecto municipal, explica a leonoticias que «esa pared no estuvo proyectada para estar a la intemperie». Tras quedar un solar vacío por la caída de otro edificio las inclemencias meteorológicas han ido haciendo mella.

La pared de la calle Juan de Arfe no aguantó y se vino abajo. «Con ellas los forjados que estaban apoyados en la pared también se han arrastrado» y todo el peso ha caído sobre la vía y un edificio situado en frente, que tiene daños en las balconadas.

«Hay un solar vacío que llevaba tiempo sin ocuparse y puede llevar problemas», asegura el arquitecto, ya que «el suelo no parece que haya fallado». Al no estar habitada la vivienda no hay un incremento de cargas, por lo que esa posible causa se descartó desde un primer momento.

El problema reside principalmente en que «una falta de mantenimiento». La mayoria de las viviendas del barrio Húmedo están compuestas por «tapial y forjado de madera, alguna de gran canto» y la falta de habitabilidad y mantenimiento de las mismas va deteriorando sus estructuras, que aparentemente por su exterior están en perfecto estado.

Tras el suceso, algunos vecinos de la zona explicaron a leonoticias que no «parecía que la vivienda estuviera dañada, pero por dentro nadie sabe como estaba». Y ahí reside el problema.

El principal problema, que acaba con estos derrumbes, es la falta de habitantes en el barrio Húmedo. Es una zona de mucho ambiente, jaleo y dificultad en las compras del día a día ya que no hay supermercados en la zona.

«No vive nadie, porque no hay quien viva allí», remarca el arquitecto municipal, que entiende que la solución pasa por incentivar la habitabilidad de esas viviendas.

Algunos vecinos de la zona pedía una ampliación de las licencias para bares o establecimientos hoteleros, pero al ser zona ZAS no se pueden emitir más de las que ya hay. Por otro lado, cambiar o quitar la regulación de zona ZAS «es muy complicado».

Pero el problema sigue ahí y Miguel lamenta que «mientras la gente no viva en las casas y los propietarios no las cuiden esto no se va a resolver».

En este sentido, desde el Ayuntamiento llevan un control de las inspecciones de este tipo de inmuebles. La ley de urbanismo de Castilla y León «establece que el mantenimiento es obligación de los propietarios» y por ello «son los vecinos los que deben denunciar la situación de los inmuebles». Pero en muchos casos, como el ocurrido este viernes, es imposible ya que no se ve desde fuera el estado real del edificio.

Miguel recuerda que «la inspección técnica de viviendas se lleva a cabo cada 10 años» que es lo que marca la ley y en ese momento «se revisa la edificación». En este sentido, en la capital leonesa hay un cumplimiento de más del 90% en las inspecciones de edificios.