Igualdad considera «una absoluta vergüenza» aludir a la costumbre gitana para rebajar una pena de violación

La polémica está sobre la mesa y la sentencia no ha tardado en recibir las primera críticas. La Audiencia Provincial de León daba a conocer este lunes 27 de mayo la resolución de un caso rodeado de controversia desde el principio. El Ministerio Fiscal pedía inicialmente para el principal acusado de agredir sexualmente, al menos en tres ocasiones, y dejar embarazada a una niña un total de 37 años de prisión.

Tras el juicio, en el que ambos reconocieron los hechos y aludieron a que «en la cultura gitana es así», todas las partes acordaron rebajar los tres delitos de agresión sexual a un sólo delito añadiendo el término 'continuada'. Un cambio que también afectaba a la pena solicitada y que la reducía a ocho años de prisión. Esta ha sido finalmente la condena y lo que provocado las críticas de Igualdad.

La directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Micaela Carrillo, ha calificado la sentencia de «absoluta vergüenza». Pero no sólo por la pena, sino por «aludir a una supuesta 'costumbre' inexistente para atenuar» la misma. La directora general remarca que «el Código Penal no excluye el amparo y la protección a los menores gitanos» y lamenta que en esa situación «se estaría defendiendo que abusar, agredir o violar a las niñas gitanas tiene pocas consecuencias legales».

La sentencia remarca en las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal que no se trata «de pretender excluir a los miembros de dicha etnia de los rigores de la aplicación de la norma penal que prohíbe las relaciones sexuales, aunque sean consentidas, con una persona menor de 16 años». Pero a su vez añade que se debe «valorar en sus justos términos las circunstancias del caso» y eso es lo que han pretendido hacer en este caso. Por todo ello, el magistrado ha considerado «acertada la apreciación del atenuante» y ha recordado que en el momento del juicio «ninguna de las partes efectuó alegación sobre el misma».

Beatriz Micaela Carrillo ha sido especialmente dura remarcando la «barbaridad» que supone esta sentencia. Y preguntando que «si todos los maltratadores, violadores y pederastas porque son 'sus costumbres' ¿le van a rebajar la pena?»

La directora general de Igualdad insiste en que «la ley no puede hacer excepciones con las niñas gitanas y ampararse en ese consentimiento infantil para reducir de esa manera la pena a un violador».

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