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Imagen de las hermanas Campelo en el concierto de Taylor Swift.

El huracán Taylor a través de las leonesas que cumplieron «el sueño de su vida»

Un año de espera, un concierto en solitario y una pasión que no necesita compañía cuando, el sueño de tu vida, se está cumpiendo

Viernes, 31 de mayo 2024

El denominado huracán Swift no solo ha arrastrado a miles de personas de todos los rincones del mundo sino que, también, a decenas de leoneses que se desplazaron hacia la capital para poder cumplir el sueño de sus vidas.

Claudia y Ana Campelo, hermanas y compañeras de conciertos, tuvieron el privilegio de vivir uno de los momentos más «especiales» de sus vidas. Tras años escuchando su música, viendo sus conciertos televisados y soñando con poder vivir el momento en persona, los relojes dejaron de contar el tiempo el pasado jueves 30 de mayo.

En la segunda actuación de la artista estadounidense llenó por segunda vez el estadio. Unas entradas que volaron a los pocos minutos de salir a la venta y que partían de los 55 euros hasta llegar a alcanzar los 600. Las hermanas Campelo compraron su entrada para el concierto en Londres con la visión realista de lo complicado que sería obtenerlas para el concierto en la capital pero la suerte se puso de su lado.

Un 'sold out' con sorpresa

Fue el pasado año, en el mes de julio cuando las colas virtuales colocaron rápidamente un cartel de 'sold out' en la web. Una de sus amigas compró entradas de más con vistas a que alguien se quedase sin ellas y, lo consiguieron. Cada una en una punta del estadio pero con el sueño de sus vidas cumplido. «Cuando vas a un concierto vas a disfrutar, aunque nos tocase muy alejadas sabíamos que llevábamos esperando ese momento desde pequeñas», indica Claudia.

Claudia Campelo desde su sitio en el estadio.

Colas de menos de 10 minutos, asientos en gradas perfectamente organizadas, mucha seguridad y un espacio en el que el sonido llegaba a todos los rincones. Así es como define el concierto. Un momento «cumbre» al oír canciones que lleva 10 años escuchando en los cascos de su teléfono. «No la seguía desde niña pero con el paso del tiempo eso cambió», asegura.

Con más de 60.000 personas en el estadio y gente a su alrededor que solo conocía por ser amigos de sus conocidos, las hermanas disfrutaron de momentos «increíbles». En la pista se encontraba gente que llevaba esperando desde primera hora de la mañana para conseguir el puesto más cercano a la cantautora.

El inicio de un sueño

Las ocho de la tarde era la hora prevista para comenzar el concierto y, sin un minuto de retraso, los primeros acordes empezaron a sonar entre los gritos y aplausos de los asistentes. Tras más de tres horas de concierto, el público ovacionó en varias ocasiones durante minutos a Taylor algo que, Campelo explica, emocionó mucho a la cantante. «Acababa de sonar Champagne Problems y durante más de tres minutos estuvimos aplaudiendo hasta que ella misma decidió parar la énfasis del público agradeciendo cada ovación», añade.

Imágenes del estadio durante el concierto.
Imagen principal - Imágenes del estadio durante el concierto.
Imagen secundaria 1 - Imágenes del estadio durante el concierto.
Imagen secundaria 2 - Imágenes del estadio durante el concierto.

Varios cambios en el vestuario pero ningún momento de descanso en el concierto supusieron «el mejor día de mi vida». El primer día de concierto para la estadounidense uno de sus bailarines, en un fragmento de canción que hacía referencia a volver con los ex, se levantó del suelo para decir «ni de coña». Una frase con la que los fans españoles se revolucionaron y que hizo un guiño al español.

Pero el segundo día, fueron varias alusiones la que la cantante quiso hacer al público. De nuevo se refirió a «ni borracha» cuando se refería a volver a una relación pasada aunque también sumó halagos al público como «sois maravillosos». Algo que ellos mismos agradecieron entre aplausos y que recuerdan como un gesto de cariño hacia toda la gente que llevaba meses esperando ese momento.

Un tour con parada obligatoria

'All too well' uno de los temas más icónicos de la artista, que dura diez minutos, fue uno de los puntos más álgidos del concierto. «El público cantaba tan fuerte y alto el tema que ella misma paró el concierto para agradecer el cariño que le estábamos dando», explica. Después de más de trece años sin pisar España, la cantautora prometió no volver a cerrar un Tour sin esta parada. Algo que emocionó mucho a sus fans.

Brillo, color y pulseras inundaban sus manos y es que, la marea Taylor, trajo el movimiento de las pulseras. En una de sus canciones, la letra dice «Make the friendship bracelets, take the moment and taste it» algo que sus fans tomaron al pie de la letra y que hizo que todos ellos intercambiaran pulseras con gente de todas las partes del mundo. «Había un ambiente muy guay porque todo el mundo estaba cumpliendo un sueño», indica.

Imagen de las pulseras que llevaba Claudia Campelo para intercambiar.

Una marea que no ha sorprendido a las hermanas ya que «siempre ha movido grandes más» aunque, según indican «es obvio que ahora está en su momento cumbre».

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