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Una huelga a medias. Los distribuidores de bombonas de butano comenzarán una huelga escalonada el próximo martes 5 de noviembre para pedir la desregularización del sector para aumentar el precio de las bombonas.
Así lo anunció la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo, que mediante una «suspensión temporal aprobada por unanimidad» piden «una actualización justa y adecuada de la comisión por bombona repartida por parte de los operadores».
La huelga no se configura como una al uso por el hecho de que tan solo pararán un día a la semana y en el día posterior se volverá a restablecer el trabajo normal. El motivo por el que se pare un día a la semana y no se extienda en días consecutivos tiene una razón: la ley obliga a que la bombona sea entregada sí o sí al cliente en un plazo de 48 horas desde que se realiza el pedido.
Cabe destacar que la medida afectará, sobre todo, a zonas rurales, aunque como el servicio se volverá a reanudar cada día inmediatamente posterior al que se pare apenas se notará el efecto, aunque fuentes del sector apuntan a que «quizá» haya algún vecino de alguna pequeña localidad que no reciba la bombona en el tiempo previsto.
De todas las maneras, como la huelga se reduce tan solo al servicio de reparto, las estaciones de servicio seguirán comercializando butano, de modo que los vecinos que necesiten sí o si la bombona los días de huelga podrán hacerse con ellas en dichos establecimientos. Asimismo, ni hospitales ni colegios ni centros con personas vulnerables se verán afectados por este parón, ya que desde las propias agencias de reparto aseguran que el servicio para esos edificios no variará.
Los días de suspensión de reparto serán 5, 13, 21 y 29 de noviembre, mientras que en diciembre serán 5, 11, 17 y 23. «La falta de respuesta por parte de las autoridades y de los operadores para un sistema de actualización de la retribución, que lleva más de una década sin actualizarse hace que sera necesario adoptar medidas para proteger y garantizar la supervivencia de las agencias», explican desde la Federación.
En España serán alrededor de seis millones de personas las que sufran las consecuencias de las ocho jornadas escalonadas de parón que desde el sector se han fijado desde el sector, que incide a este periódico en las ventajas que tiene el butano y las desventajas del precio marcado sin moverse desde hace diez años.
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