Los hosteleros notan las cancelaciones y ven un «daño grave» la probable suspensión de la Semana Santa

La Junta de Castilla y León admitía este miércoles que, si la situación no mejora, lo cual es «probable» que suceda, sería «bastante probable» que se suspendiese este tiempo de Pasión. «Un daño grande» para la hostelería leonesa, según el propio Martín, que vive en la Semana Santa una de sus mejores épocas. «Estamos con miedo y no queremos ser irresponsables, pero si puede ser que siga adelante».

1.500 empleos y más de cinco millones de euros han sido los datos del impacto económico en pasadas campañas de Semana Santa en León. La pérdida, justifica esa preocupación de la hostelería leonesa y también de esas personas que serían contratadas de manera temporal para hacer frente a la subida de afluencia turística.

A la expectativa, mantienen la firme esperanza de que eso no va a llegar a suceder, y se muestran más preocupados ante los efectos a largo plazo. A la vista de los que ha sucedido con Las Fallas, Martín Méndez, no ve paralelismos, porque en ese caso se ha producido un aplazamiento, pero en la Semana Santa hablaríamos de suspensión «porque son fechas que son las que son».

Algo que podría salvar esa situación, sería el propio puente que se vivirá en esas fechas, donde «el consumo interno en León, aunque no salgan las procesiones, podría seguir siendo alto, siempre que la gente no se quede en casa por temor».

Y es que muchos negocios esperan a partir de la Semana Santa el repunte del consumo tras la adormecida época invernal. «Nos preocupa perder el movimiento del turismo porque esto no deja de ser una semana». Más allá de las consecuencias económicas, la posible no celebración de la Semana Santa no creen que se vaya a notar en otros efectos más radicales, pero el presidente de los hosteleros leoneses ha remarcado la preocupación por el turismo estival. «A veces el morbo vende, si la gente coge miedo y al final no se mueve, eso es lo que realmente nos repercutirá a gran nivel».

La evolución de la enfermedad y su contagio será clave para tomar las próximas decisiones y acordar el futuro de la Semana Santa, que de no llegar a celebrarse, sería «preocupante para el sector», pero esperan que «todo siga para adelante».