«Por la reapertura de bares y regular su aforo cada 15 días». «Por ampliar el toque de queda al máximo permitido, de medianoche y las 6 de la mañana». «Por recuperar la movilidad entre provincias». «Y por un plan de ayudas que ... abarque el 70% de los ingresos obtenidos en 2019». Un plato roto por cada una de estas reivindicaciones. Un plato contra el suelo para hacerse notar y exigir soluciones a unos problemas que ya se extienden durante prácticamente un año.
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Los hosteleros de León han vuelto a 'pagar los platos rotos' de la crisis, esta vez ante la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, en una concentración con casi tanta presencia policial como de los propios empresarios.
El presidente de Hostelería de León, Martín Méndez, aseguraba que el propio Gobierno de España «ha reconocido que los contagios no se dan en los bares, o son un número ínfimo», mientras sí ven aglomeraciones en supermercados y otras actividades. «No entendemos esta inquina con la hostelería».
A ello suman las restricciones añadidas en Castilla y León, donde en el último mes, y a la espera de una resolución del Tribunal Supremo que ya debía haber llegado, el toque de queda se produce a las 20:00 horas, el lugar con un cierre más duro de toda España.
Una veintena de representantes del sector han llevado su protesta a esta explanada para solicitar que las ayudas convocadas por la consejera Ana Carlota Amigo en el mes de noviembre empiecen a hacerse efectivas. «Se convocaron, pero no se resuelven. Las empresas están ahogadas y necesitan ayudas, que son insuficientes, pero que al menos lleguen a los bolsillos de los empresarios», sostiene Méndez.
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Todos sus negocios acumulan cinco meses de cierre, y el ocio nocturno lleva sin poder abrir desde marzo. A ello suman aforos restringidos y facturas que siguen llegando. Por todo ello, el sector se ha organizado para hacer llegar a las administraciones sus denuncias por lucro cesante
Desde León han decidido escoger el mismo despacho para presentar en conjunto las demandas al Gobierno y la Junta, en un plazo máximo de hasta finales de marzo para hacer constar su escrito. Muchos hosteleros se han sumado en los últimos días a esta iniciativa.
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«Llevamos once meses y ahora ya nos ignoran totalmente. En los últimos meses ni se reúnen, no sabemos nada de ellos, nos enteramos por la prensa, y estamos esperando al 23 de febrero a ver qué pasa en Castilla y León», afirman, en referencia a una nueva fecha marcada para ampliar las restricciones en la comunidad.
Mientras sus protestan no sean escuchadas, los hosteleros seguirán saliendo a la calle cada martes, en León y en toda España, para reivindicar ayudas a unas empresas que son músculo económico de la provincia.
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La próxima semana, la cita será en la Subdelegación del Gobierno.
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