Los hosteleros asumen que la subida de costes incidirá en el cliente: «Ha sido la guinda del pastel»

Las noticias no invitan a la tranquilidad y los hosteleros invitan a la gente a seguir consumiendo a la espera de que el 'chaparrón' pase pronto. «Tenemos que revertirlo. Que haya dinero, que se pueda contratar más gente y que haya más trabajo».

Un mensaje positivo que lanza Francisco Fernández 'Tato', desde Ferecor El Bar, donde se asume que va a ser complicado seguir manteniendo la calidad de sus tapas ante esta escalada de precios. «Hay que romperse la cabeza un poco más y tenemos que intentar que los precios sean lo menos gravados posibles para la gente».

En este establecimiento se apuesta por aplicar la receta de «más trabajo y hacer mejor las cosas» para salir juntos de esta situación, invitando a que los leoneses consuman en sus propios barrios para salir cuanto antes de esta crisis. «Se va a notar muchísimo en las tapas. Pido a los leoneses que estén tranquilos, volveremos a lo de antes, pero habrá un poquito de restricción porque no puedes hacerlo de otra manera».

Tato espera que la situación no sea «tan grave» como para dejar de servir «unas patatas y una salsa», todo en un contexto donde está subiendo «todo» y que desde estos negocios no podrán asumir si se mantiene la tendencia. «Sube el coste por trabajador, la luz, el gas, el aceite, la comida... y tenemos que ayudarnos entre todos para salir de esta y que no sea tan grave».

Y es que, tal y como recuerda, a sus 54 años, siempre ha escuchado a su padre decir «que estábamos en crisis y hemos salido de todas» por lo que tocará 'atarse los machos' para salir de esta nueva situación contraria.

En la Vermutería Cervantes, en pleno corazón del casco histórico de León, ya se preparan para gestionar el alza de los precios de la luz, el gas o productos básicos como el aceite. «El cerdo ha subido, el vino ha subido, la cerveza ha subido. Todo ha subido, más allá de las programadas todos los años, pero ahora subirá más».

Fernando Díez es propietario de este local en la calle que le da nombre y reconoce estar «un poco asustados» con lo que está ocurriendo en Ucrania. Eso sí, cree que este conflicto solo ha sido «la excusa perfecta» para echarle la culpa al otro. «Los precios ya estaban subiendo, ya había escasez de materiales, ya faltaban botellas de vidrio o envases de cartón; había escasez y esto ha sido la guinda del pastel».

Si los costes siguen subiendo al hostelero, los negocios tendrán que valorar una subida del precio al cliente, aunque tratando que no repercuta todo en su bolsillo. «Lo valoraremos muy mucho, esperemos que se pueda aguantar la situación y sino tendrá que haber una subida, pero compensada», asegura este hostelero, que realiza el siguiente análisis. «A todos nos gustaría cobrar una caña a un euro y ganar dinero, pero no se puede hacer con los impuestos subiendo a un sector muy golpeado».

Fernando confía en que con más trabajo si cabe, un encarecimiento de la consumición no evite que el consumidor siga alternando. Para ello pensarán cómo gestionar la subida, que sea lo más reducida posible, y que no sea el bolsillo de sus clientes quienes la acaben pagando.

De momento, los bares y restaurantes tratan de paliar este primer golpe sin repercutir en el cobro del cliente, pero los hosteleros no podrán aguantar un mayor ascenso de los costes si quieren evitar que la cuenta crezca en base a una guerra que parece muy lejana pero que ya está azotando a la economía leonesa.