La hostelería rechaza pagar los 'platos rotos' de la crisis y exige «ayudas reales para sobrevivir»

La asociación Hostelería de León ha salido a la calle en una jornada desapacible para exigir a las administraciones medidas reales que palíen la dramática situación de casi 5.000 empresas en León.

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Su presidente, Martín Méndez, ha ejemplarizado sus exigencias rompiendo varios platos, uno por cada reclamación del sector. «Queremos medidas reales que permitan sobrevivir al mayor número de empresas y tener disponible la mayor capacidad de producción, y tenemos para ello como ejemplo a nuestros socios europeos», explicaba mientras iba dejando caer la cerámica contra el suelo de San Marcelo, en una demostración de que ellos son los que están «pagando los platos rotos de la crisis».

El sector denuncia caídas de ingresos del 50% en un 2020 donde apenas han podido trabajar desde el mes de marzo, por lo que reclaman ayudas directas por la falta de actividad o deducciones en el alquiler y exenciones fiscales. Entre ellas se encontrarían la reducción del IVA al 5% hasta finales de 2022 para fomentar el consumo y competitividad del sector turístico; mantener los Erte hasta 2021 y eliminar la cláusula de compromiso del empleo; conceder ayudas a autónomos por el cese de actividad; la deducción del alquiler del 50% por 12 meses; o congelar impuestos y tasas municipales hasta 2021, con la creación de un bono fiscal que pueda congelar y ajustar a restricciones los pagos y se pueda fraccionar de 3 a 12 meses.

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Hostelería de León también ha propuesto canalizar todas las ayudas a través de los créditos ICO, con quitas y ampliación de periodos de cadencia, o bonificaciones a municipios para que puedan condonar o bonificar impuestos a hoteles y restaurantes.

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La primera protesta les ha llevado a las puertas del Ayuntamiento de León, donde el alcalde les ha recibido para recordar que el Consistorio ha puesto todo de su parte para paliar su situación y lanzaba la pelota al tejado de los gobiernos central y autonómico. José Antonio Diez ha afirmado que los hosteleros y el sector turístico de la ciudad «no pueden aguantar más» y justificaba que «los 100 o 300 euros que pueda dar el Ayuntamiento a cada hostelero no va a salvar empleos», por lo que reclamaba que fueran las otras administraciones con capacidad económica quienes asumieran estas ayudas. «El Gobierno de España ha hecho medidas, podría hacer más y mejores, pero ha transferido 300 millones a la Junta, y ahora ellos ofrecen 20; no sabemos dónde está el resto. Es la comunidad la que tiene competencia y está realizando una gestión inoperante, nefasta y caótica en todos los sentidos».

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Los hosteleros recorrerán a partir de ahora cada martes las diferentes administraciones para romper platos en señal de protesta ante el abandono a un sector que ya ha visto cerrarse 300 establecimientos desde el inicio de la pandemia.

El objetivo que plantean es detener la caída de la actividad, en base a ayudas directas, para que cuando pase la pandemia la pérdida de músculo productivo sea la menor posible.