En pleno centro de León pero alejado de miradas curiosas se encuentra el Hostal España. Abierto desde hace más de 30 años, se ha convertido en el hogar de personas mayores que prefieren pasar los meses de invierno en la ciudad y dejar sus pueblos ... para el verano, o que optan por vivir sus últimos años al completo en la ciudad.
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Inma y su hermana Begoña regentan el hostal siguiendo los pasos de su madre, y juntas han conseguido darle ese toque familiar que hace que los cerca de 15 residentes que están pasando sus últimos años en él se sientan «como en casa». La propietaria explica que, «sin pretenderlo», han convertido el negocio en un hogar. «La gente envejece, se va corriendo la voz y sin pretenderlo van llegando personas para vivir aquí parte del año».
Frío, heladas, nieve y oscuridad marcan el día a día de las zonas rurales de León, que durante los meses de invierno pierden a los habitantes que pasaron el verano dejando a los residentes habituales acompañados de su soledad. Es por eso que muchos ancianos prefieren 'huir' de este ambiente con temperaturas bajo cero para instalarse en la ciudad, con todas las comodidades al alcance de la mano, compañía y lo más importante para ellos, independencia.
Como explica Inma, los residentes «son personas válidas, que no quieren estar en una residencia porque todavía se sienten activos y quieren hacer cosas, mantener una rutina, salir por la ciudad y moverse con libertad».
Tanto es así que durante el confinamiento a las propietarias les costó «que se quedaran quietos». Inma cuenta que, en los meses de primavera, intentaron poner la televisión lo menos posible para no alarmar de más a los ancianos. Partidas de cartas, juegos de mesa y escapadas al kiosko se convirtieron en las nuevas rutinas de los residentes durante aquellos meses, en los que, como tantas otras veces a lo largo de su vida, tuvieron que aprender a adaptarse a una situación que les afectaba de manera directa.
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«Este año hemos cortado por lo sano para que haya menos residentes por todo el tema de la covid», explica Inma, que afirma que de los 19 habituales han pasado a 15 como protección para seguir manteniendo alejado del hostal al virus.
La historia de este hostal leonés se ha convertido en la protagonista de un documental dirigido en colaboración por la propietaria Inma Álvarez y el cineasta Chus Domínguez, del Laboratorio de Antropología Audiovisual experimental del Musac, en el que los propios ancianos operaron como cámaras y registraron su día a día.
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La idea, que según explica la propietaria surgió hace casi 20 años, se convirtió en unas realidad gracias a la ayuda de Domínguez, que propuso a los propios residentes que interactuasen entre ellos y grabaran su rutina en los meses de invierno desde noviembre de 2018. Según explica Inma, fue ella la que pidió ayuda al cineasta ya que «el proyecto encajaba perfectamente en la línea de trabajo que desarrolla el LAAV_ del Musac». El resultado final refleja la intimidad de este grupo de ancianos de la 'España Vaciada' que deciden pasar sus últimos años en compañía de la familia del Hostal España.
Tras pasar por el Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia y por el Alcances de Cádiz, consiguiendo en ambos una mención especial, el documental se proyectará en dos sesiones el viernes 27 en el Musac para que todos los leoneses que quieran asistir conozcan la historia del Hostal España.
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