La histórica tumba leonesa en Santiago de Chile

Fue considerado uno de los comerciantes «más respetados y poderosos» de comienzos del siglo XIX y se le reconoce una «regular fortuna» para su tiempo.

El cementerio principal de Santiago de Chile guarda en piedra su tumba más antigua. Casi con la inscripción borrada, la fecha de 1822 descubre que se trata del panteón más antiguo de todos los existentes en el camposanto.

Se trata de la tumba de Manuel Riesco de la Vega, un comerciante que nació en la localidad leonesa de Valderas el 2 de marzo de 1759 y que fallecía, 63 años después, un 22 de diciembre de 1822 en Santiago de Chile.

Hijo de Santiago Riesco y Joaquina de la Vega, casados en la parroquia de San Juan del Mercado, en Valderas, en febrero de 1753. Manuel se casó tres veces, todas ellas en Chile, país al que viajó a los 20 años, en 1779, y donde fundó un linaje a partir de los 25 hijos que engendró en sus tres matrimonios.

Este leonés se inició en el comercio en Cádiz, en casa de Miguel José de Ustáriz, y tuvo un fuerte empuje en la actividad mercantil en Santiago de Chile. Lo hizo recibiendo diversos géneros de manufacturas a cambio de cobre, con la casa gaditana de Juan Francisco de Vea Murguía y Francisco de Borja Lizaur; y también comerció con casas españolas establecidas en Londres como la de Garay y Cia y la de Manuel de la Torre.

Manuel Riesco, natural de Valderas, fue la persona 63 enterrada en el cementerio principal de la capital chilena y hoy es tiene en su sepultura la más antigua conservada del camposanto. Junto a él reposan otra decena de miembros de su estirpe familiar.

Un grupo de chilenos han hecho público este enterramiento para dar a conocer el panteón más longevo del cementerio, con más de dos siglos de antigüedad, y que perteneció a este leonés que emigró a las américas y logró convertirse en uno de los hombres más poderosos del continente.

• Temas
• Santiago de Chile
• Valderas