Sublevados ante el invasor. Héroes de otros tiempos. Leoneses de raza que alzaron la voz para gritar un 'no pasarán' y reclamar su independencia ante el francés.
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Desde hace varios años, León recuerda que la ciudad fue una de las primeras que intentó levantarse contra la invasión de Napoleón, que ya había tomado Madrid, y se dirigía hacia estas tierras.
Según el acta recogido en el Ayuntamiento de León, en la tarde del 24 de abril de 1808, un grupo de personas, que no estaba dispuesto a seguir la directriz llegada desde Valladolid para 'dejar pasar' a los franceses, iniciaron su revuelta. Los que serían 'héroes leoneses', coronaron en efigie a Fernando VII y se le proclamó rey, a caballo, al igual que se había hecho con sus antecesores en la Catedral de León.
Y desde el balcón de la Plaza Mayor, donde hoy se realiza el homenaje, se afirmó que la ciudad no quería ser francesa. «Se iniciaron listas de reclutamiento de jóvenes solteros, y aún casados, que quisieran luchar contra el invasor. Hubo gritos de muerte a los traidores y mueran los franceses», afirma Alicia Valmaseda, coordinadora y portavoz de Comunidad Leonesa, quienes, desde 2005, recorren las calles de la ciudad para recordar este hito histórico, que se produjo hace más de dos siglos, y que recuerda aquellos hechos del 24 de abril de 1808.
Quien dirigió el levantamiento fue Luis de Sosa y Tovar, nacido en Vidanes, y un importante literato. Éste hizo una proclama llamando a los leoneses a la rebelión y lo hizo desde el balcón que actualmente ocupa la Casa Consistorial, en la plaza Mayor de León.
Para rememorar este hito, un grupo de personas inicia una concentración ante Botines, con música y canciones leonesas, y se recorre la calle Ancha hasta llegar a la fachada principal de esta plaza, donde colocan una corona de laurel en homenaje a esos héroes. «Se hace con motivo de ese día, pero está dedicado a los héroes leoneses de todos los tiempo, que los tenemos de todas las épocas».
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Antes se recordaban en el Corral de San Guisán, donde una placa aún conmemora otro levantamiento, el del 10 de junio de 1810, y en el que hubo una auténtica masacre. Valmaseda apunta que ahí se produjo un contingente de leoneses que intentaron recuperar la ciudad, ya en posesión francesa, y entonces apareció el ejército francés, perfectamente preparado para el combate, lo que causó la muerte de muchos ciudadanos. «Cuando se levantaron las calles de esa parte del barrio de Santa Marina aparecieron un montón de esqueletos. Se cree que fueron los que cayeron intentando defender la ciudad de los franceses y que enterraron allí mismo».
Este año, al igual que el pasado, la pandemia no permitirá celebrar a los héroes leoneses, un día que no es fiesta en León, mientras que sí lo es otro alzamiento al que el leonesismo no presta atención. «Yo el día antes lo llevo celebrando desde mi más tierna infancia: es el Día del Libro. Un día muy importante y como los leoneses somos tan cultos, el Día del Libro hacemos una fiesta», bromea.
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Los organizadores han elaborado para este año un manifiesto en el que recuerdan al invasor, al invasor microscópico llamado coronavirus que les ha privado de rendir homenaje a los héroes leoneses que escribieron la historia.
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