Heráldica leonesa: gotas de un ayer

El león es el animal que históricamente ha representado al Reino de España. Aunque se pudiera pensar que eso era cosa del toro bravo, lo cierto es que es el felino el animal representativo de la patria. De ahí que esté presente en edificios institucionales como el Congreso de los Diputados, donde dos leones guardan la puerta de entrada. Así, en el mundo heráldico tiene también abultada presencia el llamado 'león rampante', que es sinónimo de fortaleza y nobleza.

Sin embargo, no siempre ese rampante, que es la figura de un león de perfil, con las patas delanteras levantadas mientras muestra sus temibles garras, representa fortaleza, coraje y nobleza. Es en un total de 11 escudos de capitales de provincia, sin contar el de la capital leonesa, donde el león, el referente a Alfonso VII, sí que aparece por motivos del referido Reino.

Almería, Badajoz, Cáceres, Granada, Jaén, Las Palmas de Gran Canaria, Melilla, Murcia, Ourense, Toledo y Zaragoza son las 10 capitales que poseen un león en honor al antiguo Reino de León. La historia no miente ni tampoco olvida, por eso lo que en su día fue uno de los Reinos más importantes del continente está presente en tantos escudos heráldicos, mientras el hombre de a pie fuera de la provincia suele desconocer la época donde el Reino marcaba los pasos al resto de Europa. La influencia que tuvo décadas atrás se muestra en esos leones que copan las armas capitalinas acompañadas en muchas de ellas, cierto es, junto con castillos representativos de la Corona de Castilla.

Además, cabe destacar que ese león referido a la región es el emblema heráldico más antiguo de Europa, datado del año 1126 durante el reinado de Alfonso VII, quien se hizo cargo de esa figura para ser representado en las armas heráldicas.

Por otra parte, en el escudo de Zaragoza también aparece un gran león rampante que llena el escudo y es la parte central de las armas heráldicas de la capital aragonesa. La teoría más extendida es la de que adoptaron esa figura en agradecimiento a Alfonso VII por librar la ciudad de ser tomada por los musulmanes a la muerte de Alfonso I de Aragón. En ese caso, sería la undécima ciudad cuya heráldica estuviese compuesta por el Reino de León.

Un dato que choca con la importancia que en la actualidad tiene la provincia a nivel nacional, la cual es prácticamente nula. Porque ya sea de forma independiente como Reino de León o junto con la Corona de Castilla, la capital tuvo siempre cierto nivel de relevancia en España que desde hace décadas pierde de manera exponencial sin ápice de recuperación. De ahí la contradicción y una muestra más del desgaste sufrido. Por añadidura, llama la atención el hecho de que dichas capitales no se concentren en la zona noroeste de la península, donde más peso tuvo la institución, sino que traspasa las fronteras para hacerse presente en Melilla o, incluso, en Las Palmas de Gran Canaria.