Gulliver planta uno de sus 'macetones' en Legio VII

Como la calle es 'nueva', su llegada se ha recibido como parte más de la decoración. Como ese nuevo jarrón que llena el salón con su presencia pero, como acabas de mudarte al nuevo piso, no descuadra en demasía.

Así pasa en la calle Legio VII de León capital. La reciente peatonalización llevada a cabo en ella y en su paralela (Arco de Ánimas) hacen pasar cualquier nuevo elemento que se instale en las mismas como una novedad bienvenida.

Aunque en esta ocasión, de novedad, poco.

Hasta Legio VII ha llegado una de las macetas gigantes repartidas por la ciudad. Algunos las llaman Macetas de Gulliver, pero sus viajes por los distintos puntos de la capital las van acercando más a la trayectoria de Willy Fog o al archiconocido baúl de la Piquer.

En esta ocasión, uno de los grandes macetones rojos colocados en tiempos del gobierno PSOE-UPL con Francisco Fernández como alcalde ha aterrizado en la recien peatonalizada Legio VII.

Como se recordará, poco después de que Emilio Gutiérrez tomara el bastón de mando el Ayuntamiento de León hizo desaparecer los macetones de los puntos céntricos en los que estaban colocados. La plaza de San Marcelo, la plaza del Grano, Botines o San Isidoro, entre otros puntos, se despidieron así de estas grande estructuras.

Tras un breve plazo por los almacenes municipales, las macetas gigantes que en su día estuvieron situadas en el centro de León regresaron a zonas como el inicio del barrio de Eras de Renueva o la Universidad de León con el objetivo de disuadir a los vehículos de aparcar en zonas verdes.

Ahora esta gran maceta reposa ya en la calle Legio VII con la incertidumbre de saber si su ubicación será más o menos duradera.

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