Los guardias civiles de Tráfico inician una huelga de ´bolis caídos´

El proposito oficial de la campaña, que comienzo hoy viernes y se prolongará hasta el 31 de diciembre, tiene como objeto ayudar a reducir las altas cifras de siniestralidad que se vienen produciendo en los últimos meses, y que han supuesto desde 2016 un repunte en el número de fallecidos en las carreteras españolas

El aumento del régimen de horario para el personal operativo, motoristas y agentes de atestados, iguala las 40 horas semanales de parte del personal que realiza servicios burocráticos, que sí tiene este horario de manera ordinaria, pero no equipara sus condiciones de trabajo. Sobra recordar, en este sentido, que "los primeros arriesgan su vida por la seguridad vial y sufren los peores horarios y condiciones laborales, percibiendo, además, menor salario",detallan desde la agrupación .

"Quienes arriesga su vida en la carretera perciben menos retribuciones que quienes están destinados en una oficina. Mientras que un guardia civil prestando servicios burocráticos percibe productividad EFA-2 -un 63% del complemento de destino-, que se traduce en 234 euros aproximadamente, indistintamente de que se trate de un mes laboral de cuatro o cinco semanas, el personal operativo con la misma jornada laboral, pero impuesta, de 40 h/semana, percibe una productividad CREX de 120 euros o 156 euros, aproximadamente, en meses de cuatro o cinco semanas, respectivamente, lo que da una diferencia aproximada como media de 100 euros cada mes. Otra jugada más de quienes dirigen la Guardia Civil, que parecen no ser conscientes de la gran desmotivación que producen entre los agentes", explican a través de una nota de prensa. Para AUGC la solución no pasa por disminuir el salario de ningún miembro del Cuerpo, sino en retribuir como se merece el riesgo, el sacrificio y la dedicación que supone prestar servicios operativos.

En palabras de esta agrupación, La Dirección General pretende compensar así su nefasta gestión en la seguridad vial y en la Agrupación de Tráfico, ocultando con este abuso laboral una dramática realidad, y es que en 2016, 1.160 personas murieron en accidentes de tráfico, el mayor aumento desde hace 13 años. Unas cifras, además, que pueden verse superadas en 2017.

A esta situación se ha llegado como consecuencia de un aumento de la antigüedad media del parque de vehículos implicados en accidentes, a la mala conservación de las vías, al aumento del consumo de drogas ilegales entre los conductores y a la reducción del número de patrullas en carretera, consecuencia del recorte de personal sufrido en la Guardia Civil desde hace más de un lustro.

Ante esta combinación de factores con tan trágico resultado, la única fórmula para rebajarla que se le ha ocurrido a Tráfico es aumentar la carga de trabajo de los agentes. Cabe recordar, además, que la especialidad de Tráfico de la Guardia Civil es el destino con mayor número de agentes fallecidos en acto de servicio, muestra del riesgo y sacrificio que realizan a diario miles de guardias civiles anónimos para dar seguridad y vigilancia en la carretera, un total de 332 miembros han perdido la vida desde que se creara esta especialidad.

Y todo ello con cada vez menos personal, pasando de 9.821 efectivos en el año 2011 a 9.071 en 2017, es decir con casi un millar menos de miembros la Agrupación de Tráfico ha de seguir realizando las mismas labores.

Ante esta situación, y dado que entramos en un mes en el que con motivo del puente de la Constitución y de las fiestas navideñas se multiplican los desplazamientos por toda España, los guardias civiles han decidido apostar por esta campaña de concienciación de la seguridad vial que da comienzo hoy viernes, y que se prolongará hasta el 31 de diciembre.

Con más de 31.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).